miércoles, 22 de agosto de 2018

DECÁLOGO PARA AMARSE A UNO MISMO SIN CONDICIONES

1. Deja de criticarte.
La crítica nunca cambia nada. Niégate a criticarte. Acéptate exactamente tal y como eres.
Todo el mundo cambia. Cuando te críticas, tus cambios son negativos. Cuando te apruebas, tus cambios son positivos.

2. No te asustes.
Deja de aterrorizarte con tus pensamientos. Es una forma horrible de vivir. Busca alguna imagen mental que te produzca placer (la mía son las rosas amarillas) e inmediatamente reemplaza el pensamiento aterrador por uno agradable.

3. Sé amable, apacible y paciente.
Sé amable contigo. Pórtate bien contigo. Ten paciencia contigo mientras aprendes esta nueva forma de pensar. Trátate como tratarías a una persona a la que verdaderamente amas.

4. Sé tolerante con tu mente.
El odio a uno mismo es el odio a los propios pensamientos. No te odies por tener los pensamientos que tienes. Cámbialos suavemente.

5. Elógiate.
La crítica destruye el espíritu interior. El elogio lo construye. Elógiate todo lo que puedas. Alábate por lo bien que haces las cosas, por más insignificantes que sean.

6. Bríndate apoyo.
Busca formas de apoyarte. Recurre a tus amigos y déjate ayudar. Es muestra de fortaleza pedir ayuda cuando se necesita.

7. Sé indulgente con tus aspectos negativos.
Comprende que los creaste para satisfacer una serie de necesidades. Ahora estás encontrando formas nuevas y positivas de satisfacer esas mismas necesidades. De modo que deja amorosamente que las viejas pautas negativas se vayan.

8. Cuida de tu cuerpo.
Infórmate sobre cuál es la nutrición adecuada para ti. ¿Qué clase de combustible necesita tu cuerpo para obtener la energía y vitalidad óptimas? Infórmate sobre las distintas modalidades de ejercicio físico que existen. ¿Qué tipo de ejercicio te gustaría hacer? Mima y venera el templo en el que vives.

9. Trabaja con el espejo.
Mírate a los ojos a menudo. Expresa el creciente amor que sientes por ti. Perdónate mirándote al espejo.
Conversa con tus padres mirándote al espejo. Perdónalos también.

10. ¡Hazlo ya!
No esperes a sentirte bien, ni a perder peso, ni a tener el nuevo empleo o la nueva relación.
Empieza ahora a hacer cosas y hazlas lo mejor que puedas.

Louise L. Hay, en “Amar sin condiciones”


domingo, 19 de agosto de 2018

sábado, 18 de agosto de 2018

EL TRAUMA: UNA PUERTA DE ENTRADA A LO SAGRADO

Un trauma no es un evento en el pasado. Son los aparentemente insoportables pensamientos y sentimientos que acarrean nuestro cuerpo y mente, por lo general de manera inconsciente, en el momento presente, en el Ahora.

Los pensamientos que se sienten como impensables. Sentimientos que se sienten insostenibles. Sensaciones en el cuerpo que no somos capaces de sentir por completo. Experiencias que no hemos podido digerir del todo.
Imágenes que no queremos ver. La oscuridad en nosotros de la que huimos. La “negatividad” que escondemos de otros.

Momento a momento podemos comenzar a permitir que incluso los pensamientos más intensos y aterradores regresen a los brazos sanadores del Ahora, donde pertenecen.

En la presencia de un amigo amoroso, un terapeuta habilidoso, una gran montaña, el cielo y todos los dioses y ángeles, con la ancestral Tierra sosteniéndonos como un recién nacido, podemos dejar que nuestras defensas se quiebren y tocar en nuestro más profundo dolor y pena, bañándolo con curiosidad, consciencia, y amor.

Momento a momento podemos comenzar a sostener lo insostenible, tolerar lo intolerable, respirar a través del más profundo dolor…

Atenta y lentamente, podemos bañar con luz el horror, inundar con amabilidad las regiones más oscuras, iluminar el inframundo, donde moran las criaturas salvajes y temerosas.

La herida es un portal. No te matará si te tornas hacia ella.
He pasado por horrores dentro mío que me empujaron al límite de mi sanidad, los límites de mi mortalidad.

He sentido el dolor de tal manera que parecía que mi corazón no lo podría soportar un segundo más.

He experimentado una rabia volcánica que podría destruir o crear un cosmos entero. Pero, momento a momento, fui capaz de tolerar lo intolerable, aceptar lo inaceptable, enamorarme de mi “enemigo” interno; un enemigo que pasó a ser un inocente niño interno, gritando furioso por mi amor. Mi propia carne y mi propia sangre.

En el centro de mi más profundo trauma me encontré… a mí mismo. Vi mi propio rostro amable reflejando mi sonrisa. Encontré el poder y valor que nunca había sabido que tenía. Encontré la mayor seguridad. Encontré a Dios mismo que había usado mis heridas más profundas para llamarme a volver a mí mismo, y hacerme completo.

Tu trauma es un agujero negro.
Absorberá tu vida y la de cada uno que te rodea.
Pero también puede ser un quásar, un extraordinario dínamo de nueva vida, que emite más luz que cientos de galaxias.

~ Jeff Foster 



viernes, 17 de agosto de 2018

SERGI TORRES - Eres la causa de lo que sientes

"Los traumas se liberan si son escuchados sin juicio"

ENTREVISTA A MIKE BOXHALL por SILVIA DIEZ


Mike Boxhall es un terapeuta craneosacral con una sensibilidad exquisita y una inmensa sabiduría. Sus manos sanan en lo más profundo.

Sus manos son tan grandes en la realidad como poderosas cuando se posan sobre sus pacientes. A través de ellas asegura poder escuchar el alma de las personas que, según nos cuenta, se expresa siempre en el cuerpo de estas. Y la escucha profunda las transforma.
Mike Boxhall, psicoterapeuta y terapeuta craneosacral británico con una amplia trayectoria, expresidente de la Craniosacral Therapy Association (CTSA) del Reino Unido, hace 15 años que pasa la mayor parte del tiempo viajando por Estados Unidos, Sudamérica y Europa para enseñar su particular técnica de contacto a terapeutas craneosacrales.
Una forma de trabajar que llenó durante años su consulta de parejas que buscaban resolver su infertidad y que lo ha convertido en «abuelo» de más de cincuenta niños.
Mike Boxhall, psicoterapeuta y terapeuta craneosacral
Su técnica se enraiza en la terapia craneosacral, un método desarrollado por el doctor estadounidense Andrew Taylor Still, que descubrió que los huesos del cráneo, el cerebro, la médula espinal y las meninges están conectados con el sacro y en todos ellos existe un movimiento rítmico impulsado por el fluido cerebroespinal. Este ritmo expresa los desequilibrios del organismo.
Pero Mike Boxhall, que se nutre también del psiquiatra Carl Gustav Jung y se asienta en el budismo, después de años de práctica ha llegado a sus propias conclusiones sobre la vida, la enfermedad y los misterios que las conforman.
—¿Cómo se define?
—Me gusta verme a mí mismo como un puente entre la ciencia y la sabiduría ancestral. Soy psicoterapeuta y terapeuta craneosacral; es decir, trabajo con la mente y con el cuerpo. Soy también el puente entre ambos y me gusta contribuir a que las personas descubran e integren la espiritualidad en su cuerpo.
Se habla mucho de espiritualidad sin tener en cuenta que cualquier experiencia espiritual tiene lugar en el cuerpo y corresponde a una sensación. La espiritualidad es ante todo una experiencia sensorial, de lo contrario estaríamos ante un concepto, hablaríamos de ella, pero sin saber realmente qué es.
—Y este asentamiento de la espiritualidad que usted propicia, ¿es realmente sanador?
—La sanación tanto del cuerpo como de la mente y el alma es el resultado de la completa aceptación, lo más fácil y lo más difícil a la hora de vivir. Lo digo muy a menudo: no hay ningún sitio al que se tenga que ir, todo está en su sitio, solo tenemos que despertar. Buscando la felicidad, nos alejamos de ella.


Solo hace falta presencia y quietud. La quietud es un estado en el que somos conscientes de lo que está ocurriendo sin dejarnos atrapar por ello ni apegarnos. Lo que yo facilito es que las personas entren en contacto consigo mismas y vean quiénes son, de dónde proceden…
Y en el núcleo de mi trabajo está la integración de los principios femenino y masculino, tal y como fueron definidos por Jung. No estoy hablando de géneros. Lo femenino y lo masculino solo pueden ser integrados mediante la confianza.
Se dice que el pensar es masculino y la intuición es femenina. El mundo en todos los ámbitos –y también en la medicina– tiene exceso de masculino y ha ido suprimiendo lo femenino. En estas condiciones nunca podremos sentirnos ni completos ni equilibrados.
El trabajo espiritual significa también para mí reequilibrar estos dos principios y regresar a la sensación de plenitud.

"Todo parece conducir hacia una misma dirección: honrar el corazón, 
cuya máxima expresión es la confianza y no la búsqueda".
—¿Y cómo podemos recuperar el equilibrio; es decir, recuperar nuestro aspecto femenino?
—Se trata básicamente de rendirse, de entregarse. Se trata de abandonar los procesos que tienen lugar en la cabeza para permitir que emerja la Inteligencia con mayúsculas, una Inteligencia localizada en el corazón.
Es aprender a funcionar con el corazón, que es la fuente de sabiduría auténtica –sofía en griego–, acompañados por el cerebro, pero de una forma más equilibrada. Actualmente los científicos cuestionan la soberanía del cerebro y son muchos los que aseguran que es el corazón quien nos dirige.
Todo parece conducir hacia una misma dirección: honrar el corazón, cuya máxima expresión es la confianza y no la búsqueda. Cuanto más dejamos ir, más cerca estamos de la Inteligencia misma, que es la fuente del universo.
—¿Y esto es la salud?
—Absolutamente. Mi trabajo es un viaje emprendido entre dos o más personas a un nivel del ser donde no hay enfermedad. Cuanto más capaces somos de rendirnos, de deshacernos de corazas y de aceptar lo que somos, más cerca estamos de la fuente de Todo.
Y al visitar o tocar este sitio tan profundo, entonces, según mi experiencia, es posible regresar a tu vida cotidiana sin que vuelvan tus patologías contigo. Es un renacimiento en el presente porque descubres una dimensión más profunda de ti, tu esencia, lo que eres en realidad.
Y para mí en eso consiste el trabajo espiritual: no se trata de ir en busca de un objeto, sino de recuperar el sujeto que eres.
—Uno de sus lemas, y algo que repite a sus alumnos, es: "Deja que el trabajo haga el trabajo".
—Sí. La mayoría del conocimiento acaba siendo una limitación. Así que yo regreso al "no sé". Los científicos aseguran que el 90% de nuestras patologías surgen del estrés, que toma forma a nivel físico y psicológico. Después alguien viene, lo etiqueta y acaba tratando la etiqueta, olvidándose de la persona.

Embarcarse en una travesía espiritual significa entrar en lo desconocido y en lo ilimitado, y eso puede asustar porque no sabemos lo que estamos haciendo. Es lo que enseño a mis alumnos: ningún objetivo, y aprender a confiar en el proceso. Si supieras a dónde vas ya sería una limitación.

Muestro que me puedo dejar ir, y ¿qué es lo que suelto? Mis limitaciones. Mi pequeño "yo" para acercarme a lo infinito. No hay éxito ni fracaso, no hay copas de plata, solo hay aprendizaje y expansión de la conciencia.
—¿Y cuál es, en concreto, el papel de la terapia craneosacral en este trabajo espiritual?
—La terapia craneosacral es una forma muy bella de entrar en contacto y de establecer una primera conexión con el cuerpo, pero después voy más allá y me digo: "No sé. Yo confío". Y allí empiezan a suceder cosas...
Pongamos que trabajo ahora con Diana, que está aquí con nosotros. Estaría en contacto físico con ella, pero mis manos no son emisoras, sino que simplemente reciben a la persona. Las dos grandes necesidades de un ser humano son ser sostenido y ser escuchado. Y casi nunca las tenemos cubiertas.
Mi trabajo simbólico se basa en sostener y escuchar a la persona a través de mis manos.
—¿Es importante colocar las manos en el sitio adecuado?
—No es relevante el lugar donde se colocan las manos en el cuerpo de la persona porque no trato órganos ni partes, sino que sostengo el Ser.
Y a medida que ese Ser se siente escuchado, sin ser juzgado ni analizado –lo que en muchas ocasiones es algo extraordinario para él–, entonces empieza a confiar en que está bien tal como es y puede encontrar el coraje suficiente para adentrarse de forma profunda en su sufrimiento.
El paciente confía en que va a seguir siendo sostenido aunque visite sus lugares más oscuros y se permite a sí mismo explorarlos. Lo mágico es que esos traumas enterrados durante años, ahora escuchados y recibidos sin juicio, se sueltan, aquello contra lo que se han pasado la vida reaccionando de pronto desaparece por el simple hecho de ser atendido.
—Se puede decir que el cuerpo le cuenta su historia…
—No sé cuál es la historia porque esto sería una limitación. Lo que sepa siempre será una limitación en el proceso. Lo importante es lo que siente la otra persona, el paciente. Yo animo a mis alumnos a crear las condiciones para que el paciente se empodere y tome conciencia de sus patrones habituales de comportamiento. Pero incluso bajo esas condiciones hay historias.
Una mujer que estoy tratando actualmente tenía unos cuatro años cuando cogió el teléfono tal y como cogen las niñas el teléfono a esa edad, descolgando rápidamente y diciendo: "Hola". Entonces una voz le dijo: "Deberías ir a buscar a tu madre porque tu padre ha sido asesinado".
A lo largo de los años siguientes fue perdiendo audición gradualmente y ahora está totalmente sorda. Limitó su escucha debido a este episodio. Estoy ahora trabajando con ella y espero que también, de forma gradual, vaya mejorando, pero ya veremos.
—¿Qué es lo que nos enferma?
—Creo que en buena medida tiene que ver con no estar presentes y estar atados a asuntos no digeridos que continúan fermentando dentro de nosotros. La tendencia a castigarnos cuando no somos perfectos, una energía que nos mantiene atrapados en la insatisfacción.
Y el cuerpo encuentra la manera de expresar su descontento, su sufrimiento o el trauma vivido, que puede no ser propio sino de los padres y también puede afectarnos. La solución pasa por regresar al presente, donde la causa de este sufrimiento ya no existe, y responsabilizarse en lugar de seguir en el papel de víctimas.
En ese momento de consciencia presente se encuentra la posibilidad de abrir una puerta para soltar lo que nos atormenta. Simplemente expandiendo la conciencia se observa la transformación de las personas.
A sus 85 años, Mike Boxhall irradia energía. Lleva 45 años como terapeuta craneosacral y psicoterapeuta, pero antes fue empresario, militar y plantador de caucho. El acercamiento al budismo y la psicología de Jung cambió su vida. Ahora busca crear un modelo coherente de terapia corporal que integre mente y cuerpo. Entre sus libros destacan Conversaciones en quietud (Ed. Advaitia, 2015), y La silla vacía (Ed. El grano de mostaza, 2012).


Fuente: https://www.cuerpomente.com/salud-natural/mente/entrevista-mike-boxhall_2334

jueves, 16 de agosto de 2018

Y un día cualquiera, soltaste los remos. Saltaste del barco y abandonaste la lucha. Barajaste y diste de nuevo. Volviste a elegir. O ciertamente empezaste a hacerlo.
Ni vos mismo comprendés cuándo y porqué empezás a entregarte sólo a lo que sucede inevitablemente y dejás de lado, lo que te demanda esfuerzo. Comprendés la realidad de un modo distinto. Esperás lo diferente.
Te dedicás a crear los momentos que querés vivir, dejando de esperar que los momentos te construyan a vos. Ese día, aceptás al otro como es, porque asumís simplemente que es Otro. No peleás mas. Dejás de enojarte
De enroscaste. De pedalear.
No tenés más ganas de rodearte de gente que te la complica, que te gasta, que te consume.
Volvés a armar tu mundo. Esta vez, desde el corazón y dejás la razón para otras cosas que la necesitan.
Y así empezás a escribir tu propio cuento. Distinto al que leíste antes. Nuevo. Tuyo.
Ya no importa si te une la historia, la sangre o los hermosos momentos compartidos.
De repente ya no te da lástima perder lo que no te suma, porque te das cuenta que simplemente, no te suma. Entonces te convencés y les explicas a todos que ya estas de vuelta.
Lo decís casi con un agobio placentero de haberte dado cuenta que llegó el momento de darte esos permisos. Pensás que es la cuenta regresiva. Que es el cansancio, las frustraciones, las decepciones, los dolores, la edad y las experiencias, lo que te hacen valorar lo que verdaderamente importa y restarle importancia a las cosas que te hacen mal y que te complican la historia.
Pero no. No estás de vuelta. Estás mas de ida que nunca.
Hoy, sabés para dónde vas. Lo que necesitás. Lo que querés. Te encontraste con que un día despertaste y ahora querés saber como se vive despejado y despojado de todo lo no te pertenece.
Aprendiste a decir no, gracias. Y también aprendiste a decir sí, quiero. Naciste otra vez.
Dejaste de ser tu viaje para convertirte en tu destino.
De vuelta no. Más de ida que nunca. No creas como la oruga que se acerca el final. No te olvides que esa oruga después de un tiempo, se transformó en mariposa.
Si, como vos. Porque a vos tampoco se te acercaba el final. Al contrario. Se te acercaba un nuevo nacimiento. Y sin darte cuenta y como quien no busca la cosa, te llegó el día de mirar en el espejo y ver dibujada una tremenda y hermosa mariposa.
Fíjate. Mirá bien. Abrí las alas. Sos vos. Si. Sos vos. Dale. Volá.
Lorena Pronsky

Ilustración : Cáceres Luna


viernes, 10 de agosto de 2018

Liberación/Acción (Vanessa FMatos)

Tomar consciencia de la repetición de un patrón es maravilloso, poder ubicarte fuera de él y observarlo, observarte.
¿Somos conscientes de que todo cuanto sucede en nuestras vidas habla de nosotros? Habla de la manera que tenemos de vincularnos con nosotros mismos, habla de nuestras heridas. Y a estas heridas les hemos dado tanto poder, hemos creído que determinan nuestras vidas, y en realidad es lo que sucede cuando no somos conscientes de ellas, cuando vivimos en automático, cuando vivimos sintiéndonos víctimas del mundo y de nuestras circunstancias. Pero siempre podemos tomar la decisión de mirar más allá de lo visible, de profundizar en nuestro sentir y a la vez de actuar, de elegir hacernos cargo de nosotros mismos y comenzar a vivir con mayor coherencia e integridad. El pasado no puede determinarnos, no si elegimos transformarnos, no si elegimos desde la consciencia y el amor liberarnos.
Estamos creando un nuevo camino que sólo podemos crear caminándolo, estamos aprendiendo a llenar nuestra vida de detalles que potencien nuestro amor, y cada pensamiento, cada emoción, cada pequeña acción cuenta. Comprometámonos con nuestro proceso, nadie más puede hacerlo por nosotros mismos. La salvación nunca pudo venir de afuera, la verdadera salvación es asumir nuestra responsabilidad y aprender a residir en nosotros, redireccionando nuestra propia energía y plasmando en la materia una nueva realidad. Y de eso se trata el amor, de eso se trata la libertad, somos alquimistas de nuestra propia vida, hemos nacido con ese poder, y estamos aprendiendo con consciencia a ejercerlo, estamos aprendiendo a crear nuestra propia realidad.
-Liberación/Acción.
Vanessa FMatos

domingo, 5 de agosto de 2018

Reflexionando sobre Tantra, energía Femenina y Masculina

Reflexionando sobre lo que es y lo que no es Tantra; sobre como fue evolucionando (o involucionando) la relación entre Femenino y Masculino; y sobre de la necesidad de volver al unísono entre ambos.
Tantrika, o tantra como es hoy conocido, es una filosofía comportamental originaria del periodo dravídico y pre-dravídico. Surgió hace más de 5.000 años en la India, en ese momento, habitada por el pueblo dravída, cuya sociedad y cultura eran matriarcales, sensoriales y des represoras. Este pueblo era considerado tántrico, porque poseía las tres cualidades principales que caracterizan esta filosofía.


Nazareno A. Hernandez ☼ Terapia Mayéutica terapiamayeutica.blogspot.com.ar

sábado, 4 de agosto de 2018

¿Tiene Usted Pensamiento Arborescente?

Quizás usted nunca se haya parado a pensar en cómo “piensa”, le confirmamos que existen varias formas de pensar, la más impresionante de todas es el llamado Pensamiento Arborescente, este modelo de pensamiento es una rareza, vivimos en un hostil planeta que nos obliga constantemente a pensar de manera lineal, de forma poco original, la competitividad social y los modelos educativos no solo no fomentan el pensamiento arborescente si no que casi lo segregan.
Las personas que piensan con mentes arborescentes, suelen ser genios, grandes figuras que han cambiado este mundo para mejor, son artistas, originales, abstractos y dinámicos frente a los problemas.
En el siguiente vídeo, le mostramos las maravillas del pensamiento Arborescente y le invitamos a un pequeño experimento con el cual usted averiguará si tiene mente arborescente o lineal.

viernes, 3 de agosto de 2018

PROYECTO SENTIDO de Marc Frechét - Biodescodificación

¿Cómo estaban nuestros padres a nivel emocional durante la concepción y qué ocurrió en el seno de la familia durante nuestra gestación?

Cuando un niño está en el vientre de su madre, vive los estados emocionales de ella. No existe una separación entre la madre y el niño.

La edad cronológica de la formación neurofisiológica del bebé es hasta los tres años aproximadamente, hasta entonces el yo del niño es igual al yo de la mamá.

Los niños no nos ponen nerviosos, ellos son el espejo en el cual debemos ver nuestro nerviosismo. Los niños son el reflejo de la familia. Los niños no se ponen enfermos, los ponemos enfermos, y muchas veces son reparadores de cargas transgeneracionales.

No se trata de entrar en la culpabilidad, sino de saber y tener conciencia que podemos hacer mucho por los hijos, si queremos que estén sanos, debemos cuidar nuestras emociones y sentimientos. Los hijos son espejos de lo que rodea a la familia.

Parece increíble, pero si reflexionamos y tomamos conciencia de que la realidad de todas las cosas es la unidad, comprenderemos que hay una unidad bebé-mamá.

El bebé siente como propio lo que le sucede a mamá: sus alegrías, sus tristezas, sus preocupaciones, y lo mas importante aquello “no dicho”, lo “no expresado”. A esto le llamamos Proyecto Sentido (P/S).