martes, 15 de octubre de 2019

A VISÃO SISTÊMICA DOS PROBLEMAS DE RELACIONAMENTO

Por que razão você vive sempre os mesmos problemas de relacionamento? Por que sempre atrai o mesmo tipo de pessoa e situação? O que há por trás disso? Como resolver isso?

viernes, 27 de septiembre de 2019

El AMOR (Wayne Dyer)



Cuando confías en ti mismo, confías en la sabiduría a la que debes tu existencia. Cuando no confías en ti mismo, cuando no te amas estas negando tu propia divinidad; y atrayendo justo lo contrario de lo que eres. Y si no sientes amor por ti mismo, no puedes entregarlo a lo demás, ¿quien puede dar lo que no tiene para si?

Si exprimes una naranja obtienes jugo de naranja; ¿y si te exprimes a ti mismo?... cuando alguien te presiona, dice algo te ti que no te gusta y tu sacas ira, odio, amargura, tensión, miedo, ansiedad, depresión, inquietud, estrés, .... no es culpa de quien te exprime, ni del instrumento que usa, ni del momento en que lo hace; no tiene nada que ver con eso, sino de lo que llevas dentro.

(extracto de la video-conferencia: El Poder de la Intención. Wayne Dyer)

lunes, 23 de septiembre de 2019

El ciclo del espíritu, por Christian Beyer

Excelente conferencia de Christian Beyer, que explica nuestro ciclo circadiano (CC) y nuestro Ciclo Celular memorizado (CCM)

sábado, 20 de julio de 2019

Saturno - Significado en la Carta Natal - Astrología Psicológica

Ya saben donde tienen Saturno en su carta natal? aqui Pablo explica muy claramente las características de cada caso

lunes, 8 de julio de 2019

6 hábitos que necesitan las Personas Altamente Sensibles

La alta sensibilidad puede dificultar el ritmo diario y las actividades cotidianas

La alta sensibilidad se presenta como un conjunto de rasgos entre los que aparece la alta empatía, el mal manejo emocional o las tendencias perfeccionistas, lo que predisponen a la persona a una mala adaptación social si no consiguen manejarlos.
Las PAS (personas Altamente Sensibles) necesitan restructurar su rutina para incorporar una serie de hábitos que les permitan alinear sus necesidades con el ritmo diario. De esta forma, pueden alcanzar un mayor nivel de bienestar, lo que permite su desarrollo y adaptación.

Rasgos

La psicóloga Elaine Aron es una de las personas que más ha estudiado este tipo de personalidad, un estudio que le ha ocupado más de dos décadas. A través de sus estudios ha podido ir viendo qué rasgos son los que suelen caracterizar a una persona altamente sensible.

¿Qué rasgos podemos encontrar?
  • Empatía elevada.
  • Mayor sensibilidad a ruidos y estímulos fuertes.
  • Vida interior profunda y marcada.
  • Búsqueda del silencio.
  • Mal desempeño bajo presión.
  • Tendencia a sentir y expresar más sus emociones.

Hábitos para la sensibilidad

Las personas altamente sensibles cuentan con una serie de rasgos definitorios sobre los que acaba girando tanto su malestar como su bienestar. Reconocerlos y aceptarlos son pilares fundamentales para alcanzar una vida óptima, logrando que puedan escuchar sus necesidades y moldear una vida adaptada.
A través de los siguientes hábitos, la alta sensibilidad puede llevarnos a un mayor nivel de felicidad:

1. Desconexión diaria
El estrés o el ritmo acelerado de vida que solemos llevar afecta especialmente a la alta sensibilidad. Crea un nudo de emociones que necesita ser reparado diariamente.
Estas personas necesitan cada día un momento de desconexión en un ambiente tranquilo y con silencio. Es muy bueno hacerlo en casa, en una habitación con luz tenue, después del trabajo. La meditación y la respiración diafragmática podría ofrecer grandes beneficios.

2. Espacio para las emociones
El mundo emocional, si es importante para cualquier persona, lo es aún más dentro de la alta sensibilidad, ya que es vivido de forma intensa y, a veces, descontrolada.
Las emociones no deben reprimirse ni convertirse en tabú. Necesitan su espacio, ser escuchadas, colocadas y vividas. Solo de estar forma se convierten en aliadas de la persona que las siente.

3. Más creatividad
Cualquier actividad que tenga que ver con la creatividad, puede tener grandes beneficios a nivel emocional. Nos desconecta la parte más racional y podemos fluir dentro del arte, la música o el teatro.
La expresión de las ideas a través de la creatividad es una vía de escape para poder canalizar todo su mundo sensorial.

4. Relaciones profundas
Existe una tendencia a ver la alta sensibilidad como un rasgo introvertido, cuando lo que está ocultando es la necesidad de vivir de una forma más significativa las relaciones.
Huir de grupos grandes y disfrutar de la intimidad les permite expresarse, dar sentido a lo que viven y sienten y poder conectar con el otro. Las relaciones profundas con un menor número de personas les ayudan a vivir mejor.

5. Vida con propósito
Mientras que unas personas pueden simplemente vivir el día a día y disfrutar el presente, sin analizar el sentido, las personas altamente sensibles necesitan vivir una vida con propósito, en la que sientan que todo va hacia alguna parte.
Alinear valores, emociones y fortalezas y encontrar cuál es nuestro camino o nuestra pasión va a ayudar a marcar un recorrido más concreto y, por consiguiente, más fácil.

6.  Descanso
Tantos las horas de sueño como los momentos de descanso son primordiales. También lo es el cuidado del cuerpo, tanto a través de la alimentación como con el deporte.
La vida óptima que pueden alcanzar las personas con una alta sensibilidad pasa por la aceptación de sus rasgos y la adaptación de su vida a lo que ellos sienten y necesitan. Más momentos de silencio, relaciones con sentido o un mayor espacio a la creatividad les ayudan a poder vivir desde el desarrollo y la felicidad.

Autor: Ángel Rull, psicólogo

miércoles, 26 de junio de 2019

Clase Luna-Saturno y/o Luna Capricornio - Pablo Flores Laymuns


Muy claramente explicada la energía de las personas con luna en capricornio

"Esto es lo que las personas con luna en capricornio vienen a desarrollar: Ser capaz de hacerse cargo de su munto emocional, es decir de ser capaz de sostenerse a nivel emocional que implica aprender a conectarse con sus emociones, conectarse con su niñ@ intern@ y sostenerl@. El problema es la persona con luna en capricornio confundió el sostenerse  emocionalmente sol@ con "no tener emociones" a ser un robocoop un terminator emocional que no tiene ningún tipo de emocion ir por lo tanto fluye el mundo sin que le duelan las cosas... Esto no tiene nada que ver con sostenerse emocionalmente sol@..."


martes, 25 de junio de 2019

Permitirnos Sentir

Evadimos... Ante el dolor evadimos...
Y si pensamos en ello es totalmente natural, el cuerpo teme a lo que duele, no quiere sentir dolor, es instinto de supervivencia. Sin embargo, he descubierto que el permitirnos sentir dolor nos devuelve a nuestra honestidad, nos permite conectar con nuestra sensibilidad, con nuestra humana belleza, se nos abre el corazón de par en par e impulsa el proceso que nos lleva realmente a amar.
Cuando algo duele y te detienes estás a un paso de la transformación, si no huyes de ti, si eliges mantenerte contigo... Cuando enfrentas lo que te atormenta, lo liberas, te liberas, te engrandeces, te empoderas. El momento más oscuro encierra la posibilidad de la transformación más absoluta, te permite quedarte absorto en lo que ahora en tu vida es real, aceptando, asumiendo la responsabilidad de los movimientos que ahora tienes que dar. ¿Quién puede vivir tu vida sino tú mismo? ¿Quién puede hacerse cargo de tu dolor sino eres tú mismo? Lo demás son soluciones aparentes que no se sostienen, son solo formas de dilatar la verdad, y la realidad más tarde o más temprano se impondrá. No esperes a que se te venga encima -aunque sucederá si es lo que necesitas experimentar-, hoy elige quedarte contigo, atraviesa y asume la responsabilidad.

Vanessa Ferrer Matos

jueves, 30 de mayo de 2019

DESPROGRAMAR (DE SWITCH) NUESTRO CEREBRO



Ejercicio de 8 pasos para sanar el cerebro llamado De Switch creado por el Dr. Manfred Doepp, el cual ayuda al cerebro a trabajar de una manera integrada, lo que nos permitirá tomar mejores decisiones y estar en un estado de paz y equilibrio.

miércoles, 8 de mayo de 2019

Pilar Sordo - El amor compartido



La única fórmula es decidirse a ser feliz. Hacerse cargo de la propia vida. Cuando lo haces, estás mucho más preparada para vivir con otro. No puedes endosar al otro lo que no resuelves. Ahí es cuando las cosas no funcionan. Hoy es mucho más factible que antes tener un matrimonio para toda la vida. El problema es que las tolerancias, las paciencias y los tiempos han ido cambiando en un mundo que lo desecha todo, que a la orden de un "clic" elimina la foto que sale fea. Pareciera que hay que hacer desaparecer cualquier cosa que nos sea incómoda. Y una relación de pareja tiene, por base, imperfecciones.



Pilar Sordo - El amor compartido



martes, 7 de mayo de 2019

Pilar Sordo - Ejercicio para dejar ir


Soltar lo que no hace falta, y dejar de sentirse indispensables,
eliminar el pensamiento de que su valor se fija por lo que hace, y no
por lo que es. Así como renunciar al papel de la mujer perfecta, porque
esto agota y la llena de hábitos que luego no puede desprender.


martes, 23 de abril de 2019

Transforma tu Vida Rápidamente con las AFORMACIONES

Las AFORMACIONES son una excelente herramienta para acelerar los resultados con la Ley de Atracción. Son una poderosa alternativa para todas aquellas personas a las que las Afirmaciones parecen no funcionar. Igualmente, las personas que están familiarizadas con las Afirmaciones, encontrarán en las Aformaciones una excelente opción para obtener resultados más rápidos.

LEY DE 17 SEGUNDO ABRAHAM HICKS. Ley de Atracción

sábado, 20 de abril de 2019

viernes, 15 de marzo de 2019

ONDAS THETA: Neuro-Re-programación - Claridad Mental

Las ondas Theta son oscilaciones electromagnéticas en el rango de
frecuencias de 3.5 y 7.5 Hz que se detectan en el cerebro humano a
través de un electroencefalograma.

Normalmente están asociadas con las primeras etapas de sueño, fases 1 y
2. Se generan tras la interacción entre los lóbulos temporal y frontal.
Los sonidos binaurales basados en ondas theta están recomendados para
asimilar nueva información, sobretodo en estudiantes de edad avanzada,
aunque también en adolescentes es posible su empleo.

Las ondas Theta, al contrario que las Beta, promueven la relajación y el
sueño, tanto despierto como dormido. La sincronización o la propia
emisión theta (endógena) hace e nuestro cuerpo adquiera una mayor
receptividad, lo que condiciona la velocidad en la que podemos
concentrarnos.

El estado Theta es un estado de relajación profundo, este estado se
utiliza en la hipnosis y durante el sueño. De hecho, los sabios meditan
por horas para alcanzarlo, el cual tiene acceso absoluto a la calma
perfecta. Las ondas Theta son el subconsciente ya que rigen la parte o
capa “de nuestra mente que está entre lo consciente y el inconsciente”.
Aquí residen nuestras sensaciones y memorias, así como nuestras
actitudes, creencias y comportamientos.

Esta técnica es una herramienta que nos da el poder y la habilidad para
quitar, sacar, y reemplazar sentimientos, programas, creencias y
pensamientos que nos influencian negativamente, sustituyéndolos o
cambiándolos por pensamientos, sentimientos, programas y creencias
positivas. Esto es de lo más poderoso, rápido y eficiente que tiene la
técnica.

Al usar esta técnica alcanzamos la más alta claridad de sabiduría del
amor, conectándonos con la energía de” Todo lo Que Es”. Las palabras,
sean enunciadas en voz alta o internamente en forma de pensamiento,
tienen un tremendo efecto en nuestra vida diaria. Si repites algo
suficientes veces lo conviertes en una “realidad “, y si tu pensamiento
está en una onda Theta lo suficientemente profunda, es posible hacer que
se materialice instantáneamente en la realidad.

Equinoccio de Primavera 2019 con luna llena en Libra

Cómo dejar de juzgar y aprender a apreciar, por Enrique Simó PARTE 1

jueves, 14 de marzo de 2019

Pilar Sordo - Las excusas

Generalmente lo hace cuando está en medio de un dolor grande. En el
momento en que se da cuenta de que esa angustia no se va y que la
situación que está viviendo no va a cambiar hace un click y descubre que
el momento para ser feliz es ahora. Elige dejar de esperar ese estado
“ideal” sin dolor.

Pilar Sordo - Las excusas

martes, 12 de marzo de 2019

Efectos del trauma ancestral silenciado

1. Introducción

La creencia de que nuestras vidas puedan estar determinadas por la historia psicológica de las generaciones anteriores no es nueva.
En los últimos treinta años, el concepto de «inconsciente familiar» se ha revalorizado originando un resurgimiento de antiguos pensamientos que ya la filosofía oriental desarrolló en profundidad, como la influencia ancestral sobre los destinos individuales o la fuerza de determinados hechos y personas de la red familiar sobre nuestras vidas.
La aparición de nuevos planteamientos terapéuticos, como la psicogenealogía o el enfoque transgeneracional, pretende brindar al trabajo clínico un camino para ayudar a explicarnos dinámicas inconscientes familiares que provocan que el paciente, mediante vínculos que lo relacionan con su sistema familiar, repita ciertas situaciones en su vida.
Asimismo, en la clínica se ha observado que el poder incluir en la historia personal de un paciente su historia familiar transgeneracional nos ayuda a comprender mejor determinadas reacciones desproporcionadas, fracasos repetidos o emociones desbordantes de las que resulta imposible hallar explicación en su propia historia. En muchos casos, estas conductas parecen estar determinadas por la historia psicológica de generaciones anteriores.
Partiendo de estas observaciones, las preguntas que nos surgían eran claras: ¿De qué manera pueden estos acontecimientos del pasado afectar a varias generaciones posteriores? ¿Qué tiene que decir la ciencia al respecto? ¿Y el psicoanálisis?
Como veremos, la obra de Freud demuestra que éste no ignoraba en absoluto la importancia de los antepasados en la constitución de los psicosomatismos[1] individuales y colectivos; sin embargo, por razones que se desconocen, Freud no prosiguió con su investigación del fenómeno transgeneracional y únicamente planteó la problemática con los medios que la ciencia de su tiempo ponía a su disposición.
A continuación, realizaremos una primera aproximación a los conceptos sostenidos hasta el momento por el enfoque transgeneracional. Para ello, exploraremos, primero en la ciencia y posteriormente en el psicoanálisis, algunas referencias sobre la posible transmisión entre generaciones.
No se planteará ninguna conclusión, sino más bien pequeñas conjeturas, puesto que nuestro objetivo es abrir un tema que consideramos puede ser objeto de posteriores trabajos de investigación.

2. Las experiencias de nuestros abuelos dejan una marca en los genes

Hasta ahora, se creía que llegábamos a la vida con una información genética prefijada e inalterable que detallaba nuestros componentes, su orden y función, cómo teníamos que ser y de qué teníamos que padecer. Actualmente, se sabe que no es así. Cada vez más estudios (Yehuda et al., 1998; Weaver et al., 2004; Skinner, Meaney M. y Szyf, M. en PLOS ONE, Reproductive Toxicology y Science Direct) demuestran que muchas de las influencias ambientales pueden provocar cambios en los genes, alterar el ADN y, posteriormente, transmitir esas alteraciones a nuestros descendientes.
Buena parte del funcionamiento de nuestro organismo depende de que determinados genes, se activen o no. Aunque todavía se ignora cómo lo hacen y qué enzimas intervienen, lo cierto es que cuando un gen se activa o desactiva se ponen en marcha procesos bioquímicos que acaban provocando que, por ejemplo, un gemelo tenga esquizofrenia y el otro no, a pesar de ser genéticamente iguales.
Recientemente, la epigenética[2] ha confirmado la poderosa influencia que el estrés, la alimentación o los tóxicos medioambientales tienen sobre la activación de genes concretos y cómo estos generan cambios en tres o más generaciones posteriores.
Si la dieta y los productos tóxicos pueden causar cambios epigenéticos, ¿podrían experiencias como abusos, estrés postraumático, maltrato infantil o duelos no realizados desencadenar también cambios epigenéticos en el ADN, en las neuronas cerebrales?
Estas cuestiones resultaron ser la base de un nuevo campo, la conducta epigenética, ahora tan efervescente, que ha generado decenas de estudios y ha sugerido nuevos tratamientos para restablecer problemas del sistema nervioso.
Entre dichos estudios destaca el de Michael Skinner, biólogo molecular, en el que afirma que las experiencias de vida de los abuelos, e incluso los bisabuelos, modifican sus óvulos y espermatozoides de manera tan indeleble que el cambio pasa a sus hijos, nietos y bisnietos, según un fenómeno hoy conocido como «herencia epigenética transgeneracional». Es decir, cualquier factor ambiental que influya en la salud física y emocional no sólo afectará al individuo expuesto al factor, sino también a su descendencia.
Otros estudios sobre la conducta epigenética realizados por Michael Meanly, neurólogo y psiquiatra biológico, demuestran cómo experiencias traumáticas de nuestro pasado, o del pasado de nuestros ancestros, dejan marcas moleculares adheridas a nuestro ADN.
Es decir, podemos heredar no sólo las rodillas frágiles de una abuela, sino también una predisposición a la depresión causada por un duelo que no fue realizado.

2.1. El peso de la herencia

En Moisés y la religión monoteísta (1939), Freud realiza un estudio sobre las reacciones frente a los traumas precoces, ya comprueba que determinadas reacciones no se ajustan a la propia vivencia del sujeto, sino que se apartan de ésta en una forma que concuerda mucho más con el modelo de un suceso filogenético y que, en general, sólo es posible explicar por la influencia de éste.
Por consiguiente, podríamos decir que en aquello que heredamos no sólo encontramos disposiciones, sino también contenidos, huellas mnémicas, residuos ancestrales, fragmentos de vida psíquica transmitida de generación en generación, que constituyen el bagaje inconsciente: «En la vida psíquica del individuo tienen eficacia no sólo los contenidos vivenciados por él mismo sino otros que le fueron aportados con el nacimiento, fragmentos de origen filogenético, una herencia arcaica, lo que sería el factor constitucional del individuo» (Moisés y la religión monoteísta, 1939).
Vemos, tal como cita Freud en Tótem y tabú (1912), y como demuestra también la ciencia, que «ninguna generación es capaz de disimular a las que siguen los acontecimientos psíquicos significativos». Estamos configurados ineludiblemente por memorias que heredamos y que permanecen latentes en nuestro inconsciente.
Incluso, como algunos han pensado, a las tres afrentas al narcisismo señaladas por Freud: la del descubrimiento copernicano (la Tierra no es el centro del universo), la del darwiniano (el hombre proviene del reino animal) y la del psicoanalítico (el hombre no es el amo en su propia casa [Freud, 1917], pues es gobernado por su inconsciente), se podría agregar una cuarta afrenta:
«El hombre no sólo es gobernado por su inconsciente, sino por el inconsciente de otros», según afirmaron Roberto Losso y Ana Packciarz Losso en La fantasía inconsciente compartida familiar de elaboración transgeneracional (2007).
Así pues, es innegable que la herencia que recibimos de nuestros antepasados conlleva un peso importante que, sin ser conscientes de ello, nos configura como seres humanos y determina muchos de nuestros actos y experiencias actuales.

3. Qué tiene que decir el psicoanálisis sobre la herencia y la transmisión transgeneracional

El desinterés hacia la cuestión de la herencia arcaica desde el psicoanálisis ha sido notable, debido, por un lado, a que la ciencia biológica no aceptaba la idea de que los caracteres adquiridos fuesen heredados y transmitidos y, por otro lado, a que en algunos ámbitos psicoanalíticos se desdeña este tema y, en consecuencia, se han relegado escritos como Tótem y tabú o Moisés y la religión monoteísta.
De la extensa obra de Freud, hemos recopilado algunos de los pasajes más significativos en los que se vislumbra su interés por la herencia arcaica y la transmisión de la vida psíquica: Más allá del principio de placer, Tótem y tabú, La moral sexual «cultural» y la nerviosidad moderna y Moisés y la religión monoteísta. En este recorrido, hemos observado que Freud plantea la hipótesis de la existencia de una herencia arcaica compuesta por huellas mnémicas inconscientes de impresiones exteriores y su transmisión.
Por ejemplo, en Más allá del principio de placer (1921) sostiene que aquello no representado e irrepresentable de la pulsión que no puede ser dicho podría producir una huella que lo empujaría a la repetición o, en su defecto, a la formación de un síntoma. Dicho de otra manera lo que el sujeto no consigue recordar, lo actúa. Este argumento nos servirá para corroborar más adelante cómo se manifiesta en forma de síntoma un acontecimiento que no se puede verbalizar.
Para introducir la noción de una transmisión hereditaria, en La moral sexual «cultural» y la nerviosidad moderna (1908) se subraya el fenómeno de la repetición de prototipos de relación de objeto, identificaciones y el lastre heredado de una generación a otra.
En Moisés y la religión monoteísta (1939) apunta en varias ocasiones que la herencia arcaica del hombre la forman fragmentos de vida psíquica transmitida de generación en generación, que constituyen el bagaje inconsciente. Freud introduce la noción de verdad histórica ligada al retorno de lo reprimido que nos es útil para seguir investigando la transmisión de una generación a las siguientes. Además, aporta argumentos que reafirman la existencia de una herencia formada por huellas mnémicas de las vivencias ancestrales. Por ejemplo, al referirse a una antigua tradición de un pueblo o a la formación de un carácter étnico, casi siempre alude a una tradición heredada similar, y no sólo a una transmitida por comunicación.
En este texto también desarrolla que la conciencia de culpa derivada de un acto determinado ha persistido a través de milenios enteros y ha conservado toda su eficacia en generaciones que nada podían saber ya de dicho acto.
En algunos de estos textos Freud defiende la existencia de ciertas predisposiciones que no existieron desde siempre, sino que poseen una genealogía.[3] Y es justamente tal genealogía, es decir la aparición y transmisión de esas peculiares predisposiciones, lo que explica una teoría de la evolución fidedigna. Esta teoría de que el ser humano viene al mundo con una herencia arcaica transmisible a la descendencia es la que constituye la base del enfoque transgeneracional que abordamos a continuación.

4. La herencia transgeneracional

4.1. Origen y definición

El concepto «transgeneracional» es conocido desde hace mucho tiempo. Hay una frase en la Biblia que dice: «Los padres comen la uva verde y los niños rechinan los dientes».
El concepto transgeneracional hace referencia a la cadena de transmisión de significaciones que se lega de generación en generación y que abarca ideales, mitos, modelos identificatorios y enunciados discursivos que involucran lo dicho, pero también lo silenciado.
En los años 1970, un grupo de psicoanalistas entre los que se encontraban Nicolas Abraham, Mária Török, Françoise Dolto, Anne Ancellin Shützenberger y Didier Dumas, se reunía todas las semanas para hablar e investigar sobre este tema. Nicolas Abraham y Mária Török trabajaban en el Hospital Psiquíatrico de París y tuvieron la idea de analizar el relato de los delirios que presentaban los niños psicóticos. Al contrastar el delirio con los padres del enfermo observaron que, en todo delirio, había aspectos reales y otros completamente delirantes. A partir de aquel momento trabajaron con la hipótesis de que, en realidad, el niño presentaba una problemática familiar transgeneracional. Entonces empezaron a hablar del «inconsciente del clan», el inconsciente familiar: el niño que deliraba era el representante de una carga emocional ajena.

4.2. Fundamentos de la herencia transgeneracional

La herencia psíquica no se da solamente entre una madre o un padre y su hijo, en cuyo caso se trataría de la influencia intergeneracional, sino que también existen influencias de generaciones anteriores en el desarrollo y en la estructuración psíquica de un nuevo ser; en este último caso, es cuando hablaríamos de la influencia o herencia transgeneracional.
Es decir, lo transgeneracional comprende aquella información inconsciente que el clan familiar transmite a toda su progenie para que un conflicto silenciado en la familia se pueda resolver en generaciones posteriores.
En consecuencia, en el análisis transgeneracional se tiene en cuenta el proceso psíquico genealógico del paciente y se pretende poner en perspectiva la historia de la familia y comprenderla, que la persona asuma el rol que le corresponde para resolver de este modo las situaciones excluidas de la conciencia familiar y las creencias que las sostienen.
Habitualmente, estas transmisiones afectan a dos, tres o más generaciones, en las que la adquisición de una información construida por los ascendientes es expresada por un miembro de una generación posterior en forma de síntoma.

4.3. Más allá del inconsciente individual

El enfoque transgeneracional nos conduce en cierta manera a pensar el inconsciente no sólo como instancia en el ámbito individual, sino a darle una dimensión más amplia que alcance el sustrato de los funcionamientos familiares, históricos y culturales. Tal como apunta Ancelin Schützenberger (2006) en su libro ¡Ay, mis abuelos!, la transmisión transgeneracional trazaría un puente entre el inconsciente individual y el inconsciente colectivo.
En Tótem y tabú Freud se pregunta acerca de la necesaria continuidad de la vida psíquica en las sucesivas generaciones; de lo contrario, nos veríamos obligados a comenzar desde un principio el aprendizaje de la vida, lo cual excluiría toda posibilidad de progreso en este terreno. Esta pregunta es tan actual como hace un siglo y constituye un punto de inicio para retomar, repensar y ampliar la hipótesis filogenética que sostenía el fundador del psicoanálisis.
Este cuestionamiento nos suscita una reflexión sobre los antepasados y el lugar que ocupan en nuestras vidas, sobre las identificaciones que establecemos con ellos, así como sobre su legado.
Advertimos que la herencia de nuestros antepasados conlleva un peso importante y nos configura como seres humanos. Esto nos hace plantearnos inquietantes preguntas: ¿Qué efecto tienen aquellas vivencias o acontecimientos que no pudieron ser procesados en el psiquismo? ¿Podría ser un apoyo para el análisis tener en cuenta cómo han afectado los traumas de las generaciones anteriores? ¿A través de qué mecanismos se efectúa la transmisión?
No pretendemos ni podemos contestarlas todas, pero en los siguientes puntos trataremos de explorar una de las posibles vías de transmisión de estos acontecimientos y sus posibles consecuencias entre generaciones.

5. La importancia del vínculo con nuestros antepasados

«Porque la sangre que heredamos no es nada más que la que traemos al llegar al mundo, la sangre que heredamos está hecha de las cosas que comimos de niños, de las palabras que nos cantaron en la cuna, de los brazos que nos cuidaron, la ropa que nos cobijó y las tormentas que otros remontaron para darnos vida. Pero, sobre todo, la sangre se nos teje con las historias y los sueños de quien nos crece»,
Ángeles Mastretta (La sangre que heredamos).

Según el Diccionario de la Lengua Española, la palabra «vínculo» proviene del latín vincülum, que significa unión o atadura de una persona con otra, ¿pero de qué unión o atadura se trata desde el enfoque transgeneracional?
Se considera que, sin saberlo, todos establecemos vínculos con nuestro sistema familiar. Esto nos mantiene ligados a nuestros antepasados y, por tanto, a sus traumas vivenciados y silenciados mediante una identificación inconsciente. De ahí que entre el sujeto y el ancestro se establezca una lealtad invisible[4] mediante la cual la persona carga con experiencias traumáticas que no son suyas, que fueron silenciadas y que no se elaboraron en su momento. El material psíquico familiar se transmite en bruto sin haber sido elaborado.
Podemos afirmar, pues, que, a partir de este vínculo o lealtad invisible, todo sujeto recibe una historia singular que no es propia, pero que incorpora en su psiquismo y determina su experiencia vital.

6. La noción de trauma

Desde el punto de vista transgeneracional, el trauma se entiende como un vestigio de un hecho doloroso o vergonzoso del pasado que se propaga por todo el árbol genealógico[5] para que el miembro de la familia sobre el cual ha recaído toda esa carga pueda elaborarlo.
Esta visión del trauma transgeneracional, como constituyente del psiquismo, puede aportar inequívocamente una mirada más allá de los primeros años de vida, del complejo de Edipo y de las figuras parentales.
Cuando en una familia se producen acontecimientos traumáticos importantes, éstos se mantienen vivos de manera inconsciente y se transmiten a la descendencia si los que sobreviven no hablan de ello.
Entendemos por «acontecimientos traumáticos»: suicidios, asesinatos, muertes inexplicables, duelos no realizados, incestos, violaciones, infidelidades, deseos no reconocidos, así como las emociones relacionadas con estas experiencias.
En cambio, según el Diccionario de psicoanálisis de Laplanche y Pontalis, un trauma se define como: «Un acontecimiento en la vida del sujeto caracterizado por su intensidad, su incapacidad de responder a él adecuadamente y los efectos patógenos duraderos que provoca en la organización psíquica».
Este acontecimiento puede tratarse tanto de un suceso muy impactante como de la suma de pequeños eventos, que serían tolerables si se produjesen aisladamente.
En el intento de ampliar esta noción, nos basamos precisamente en el concepto de trauma transgeneracional: en cómo determinados acontecimientos o experiencias en el núcleo familiar que no se han podido procesar psíquicamente se pueden transmitir inconscientemente a las generaciones siguientes y causar perturbaciones y conflictos en el grupo familiar o en alguno de sus miembros. El sujeto lo recibe en forma de carga, hecho que le provoca un vacío de identidad.

7. El efecto de lo no dicho en las diferentes generaciones

Estas cargas ancestrales son el residuo del suceso traumático silenciado, que se va transformando y afecta de manera diferente a las posteriores generaciones:
En la primera generación, ocurre un hecho que no se puede expresar por diferentes motivos, entre otros, vergüenza, horror, represión o sufrimiento excesivo. Al no poder hablar de ello, la experiencia no se elabora y se mantiene presente psíquicamente en la persona que la ha vivido. El contenido se confina y queda encriptado[6] en el yo, condenado a convertirse en secreto, en un indecible que nunca debe ser revelado y del que no se puede hablar debido al dolor y la culpa que evocaría.
En la segunda generación, el secreto no puede ser objeto de representación verbal. El suceso se vuelve innombrable ya que el portador de éste tiene un conocimiento intuitivo de su existencia, pero ignora el contenido. Se podría hablar de una «herencia sin testamento», un legado recibido que no ha sido aceptado.
Por último, en la tercera generación se convierte en impensable, algo que existe pero es inaccesible a la conciencia; nadie se lo puede imaginar. Puesto que los ascendientes no han nombrado dichas experiencias traumáticas ni sus consecuencias emocionales, éstas no pueden ser objeto de ninguna representación verbal en los descendientes. Este hecho puede conducir a una ausencia de simbolización.
Lo silenciado, que como hemos observado tiene un papel fundamental en la transmisión, está compuesto por palabras imposibles de decir que se transmiten por gestos, alusiones, dichos a medias, no dichos o murmullos. Además, contiene los afectos que se han reprimido y están ligados al padecimiento de aquella difícil experiencia. La persona se ve obligada a modificar su discurso para evitar las palabras que la llevarían o la acercarían a romper el silencio, y esto la hace forjar un discurso incongruente.

8. Posibles conexiones con el psicoanálisis

Llegados a este punto, y teniendo en cuenta todo lo expuesto hasta el momento, estableceremos algunas de las posibles conexiones de la herencia transgeneracional con el psicoanálisis.

8.1. Vías de transmisión

De la experiencia traumática, lo importante no es el contenido en sí, que suele ser de difícil acceso, cuando no imposible, sino cómo se transmite y su forma de manifestarse.
Las posibles vías de transmisión del trauma silenciado se han estudiado desde enfoques diferentes cuyas resoluciones no muestran una idea unificada. Entre este abanico de posibilidades, nos hemos centrado, según lo que apunta Silvia Nussbaum, en la «identificación  alienante»[7] por ser el concepto que más se aproxima a la idea de identificación que sostiene el enfoque psicoanalítico.
La identificación alienante acontece cuando se produce la repetición de una vivencia traumática de un ascendiente. Esta identificación es alienante porque el sujeto que repite no sabe lo que repite y se apropia de un trauma inconsciente no elaborado que le despoja de la posibilidad de acceder a su identidad y a su propia historización.
Abraham y Török (1978) señalan que las palabras que no pudieron ser dichas, las escenas que no pudieron ser rememoradas, las lágrimas que no pudieron ser vertidas, son conservadas en secreto, aunque quedan encriptadas. El síntoma busca abrir el secreto y a la vez mantenerlo en silencio. Según estos autores, la necesidad de mantener el secreto obedece a una lealtad inconsciente con el objeto de amor, el ancestro (el padre, la madre, o un antepasado) puesto que su revelación provocaría un sentimiento de culpa en el descendiente.

8.2. La repetición como intento de elaboración

El concepto de repetición sostenido por la teoría transgeneracional mantiene ciertos nexos con la explicación de repetición que expone Freud en los dos textos siguientes:
En el primero, Recordar, repetir y reelaborar (1914), se observa que el síntoma, que es impensable, se repite como intento de elaboración. Podemos suponer que el portador del secreto repite parcialmente las situaciones silenciadas.
Y en el segundo, Más allá del principio de placer (1921), la repetición queda patente en la «compulsión de repetición», derivada de la necesidad del psiquismo de repetir la situación traumática no elaborada. Por esta razón, el trauma regresa una y otra vez de forma inconsciente mediante síntomas o sueños traumáticos.
Basándonos en estas dos ideas, observamos que hay una similitud entre el concepto de repetición apuntado por Freud y la repetición transgeneracional. En este último caso, la repetición acontece entre generaciones y no sólo durante la vida del sujeto; en cada repetición hay algo nuevo, un intento fallido de elaboración.
Existen diferentes formas de repetición aplicables a los traumas transgeneracionales, no excluyentes entre sí:
  • La «repetición pura», en la que se repiten exactamente los sucesos: Mi abuela era maltratada por mi abuelo y todas las parejas que tengo me maltratan.
  • La «repetición por interpretación», donde la persona repite lo que interpreta que ha pasado: Mi abuela se golpeó gravemente en la cabeza y yo sufro de migrañas.
  • La «repetición por identificación», mediante la cual se repite lo que otra persona padece: Mi abuelo era alcohólico, mi padre tiene una hepatología y yo desarrollo una hepatitis. La persona se identifica con la familia a través de la enfermedad.
  • La «repetición por oposición», en la que se repite lo contrario de lo que pasó: Mi abuela fue forzada sexualmente y yo tengo aversión al coito.
  • Y la «repetición por compensación», donde se repite para compensar lo que pasó: Mi abuela murió por una complicación en el parto y yo me hago obstetra.
Para asegurar la continuidad del linaje, el sujeto se ve inmerso en una repetición involuntaria a la que debe contribuir como miembro de una cadena a la que está ligado desde antes de su existencia.

9. Conclusiones

En esta primera incursión en lo transgeneracional hemos querido mostrar una herramienta más que facilita nuevas vías de pensamiento y nuevas posibilidades que se abrirían en la consideración de la vida psíquica de un sujeto.
Nuestra intención no es otra que dejar abierto este tema, poder interpretar también los síntomas desde otra concepción, detectar aquellas repeticiones familiares, aquellas consecuencias derivadas de los silencios y poder elaborarlas.
Asimismo, partiendo de la idea de que no estamos sólo constituidos por los vínculos intergeneracionales, sino que además nuestro inconsciente puede estar gobernado por el inconsciente de nuestros antepasados, lanzaremos un interrogante: ¿Cómo incorporar esta nueva herramienta para liberar al psiquismo de estas cargas a través del psicoanálisis?
Sólo mediante una toma de conciencia se pueden elaborar aquellas cargas heredadas y liberarlas posteriormente, con la intención de dejar sitio, poder soltar aquello que quedó encriptado en un periodo anterior, para que, de esta manera, entre algo nuevo, el vacío. Tal como lo definen los antiguos chinos, no se trataría de una ausencia, sino de la idea de dejar sitio para permitir que la novedad aparezca. Eso es el vacío: no se puede añadir agua a un jarrón ya lleno.
Todos pertenecemos a una tercera o cuarta generación y, por eso, invitamos a romper lo silenciado, luchar contra la invisibilidad y recuperar lo no dicho para elaborarlo y, desde ese relato, poder seguir adelante.
Si recogemos algunas de las ideas que han aparecido en este primer trabajo, consideramos que esta herramienta puede ser útil para el análisis y es aplicable a ciertos acontecimientos sociales e históricos, como enfrentamientos bélicos, conflictos raciales, dictaduras, en los que también se pueden producir situaciones traumáticas no asumidas, silenciadas y reprimidas que tendrán una consecuencia sobre varias generaciones de descendientes y no únicamente en las víctimas directas.
Lo recibido no tiene por qué ser una fatalidad, un propósito por el que se está condenado a la repetición, sino que se puede vivir como una oportunidad de transformación. Sin embargo, es necesario un proceso de elaboración para poder liberar estas cargas. Tal como afirma Marcuse en Eros y civilización (1955): «Las heridas que se curan con el tiempo (y nosotras añadimos "sin elaborar") son también las heridas que contienen el veneno. Contra la rendición del tiempo, la restauración de los derechos de la memoria es un vehículo de liberación, es una de las más nobles tareas del pensamiento».

Fuente: https://www.epbcn.com/textos/2015/03/efectos-del-trauma-ancestral-silenciado/

Qué Significa Tener Barriga En Biodescodificación Y Cómo Reducir

El arte de desaprender - Enric Corbera

domingo, 3 de marzo de 2019

TUS HERIDAS SANAN...


Sesión de Terapia Mayéutica Personalizada (Coaching Mayéutico)

Es una terapia breve e intensa donde abordaremos todos los aspectos que puedan estar bloqueando o impidiendo la manifestación plena de tu potencial.

Nos enfocaremos principalmente en las emociones, y creencias subconscientes, como así también en la información transgeneracional que pueda estar influenciando tu realidad actual

Mi tarea es brindarte herramientas para sanar y despertar tu propia maestría interior, propiciando la transformación necesaria para que “Re Nazcas” (proceso mayéutico) a la manifestación plena de lo mas auténtico de tu SER

Modalidad on line o presencial. Semanal o intensiva

Recursos que utilizo: Psicología Gestalt y Transpersonal. Metagenealogía. Bioneuroemocion. Neuroliderazgo. Escaneo emocional. Reprogramación de creencias


Consultas: terapiamayeutica@gmail.com
https://coachingmayeutico.wordpress.com




miércoles, 20 de febrero de 2019

viernes, 25 de enero de 2019

EL LUGAR SAGRADO DE EN MEDIO

No te resistas,
No sueltes,
Quédate justo en el medio.

Cuando la pena hace su visita,
Cuando erupciona la melancolía,
Cuando la soledad y la desilusión queman,

Quédate justo en el medio,
No te resistas,
No sueltes,
El lugar del medio es el sitio
Donde ocurre la alquimia.

En el medio es el sitio
Donde puedes saturar a tus “huéspedes no invitados”
Con consciencia amorosa,
Con una profunda y generosa inhalación,
Con tranquilidad,
Con entendimiento.

No resistiendo,
Ni soltando,
Sino estando absolutamente presente,
A “lo que es”.

En este suave y ardiente fuego de la presencia,
En este sitio sagrado de en medio llamado Ahora,
Incluso tu dolor más profundo puede transmutar.

Asique no te resistas,
No sueltes,

Solo respira en el Misterio.

- Jeff Foster


viernes, 18 de enero de 2019

LA VIEJA ATORRANTA (Gabriel Rolón)

Hace muchos años, cuando era psicólogo muy joven, trabajé en algunos geriátricos. (...) Muchos de ustedes trabajarán o habrán trabajado en alguna institución, y sabrán que lo que tiene que hacer todo el que trabaja en un establecimiento al ingresar es ir a la cocina, porque la cocinera es la que está al tanto de todo lo que pasa.Más que los médicos incluso.

Llegué, entonces, una mañana, me dirigí a la cocina y, como era habitual, le pregunté a la cocinera.-¿Y, Betty, alguna novedad? -Sí, doctor- me llamó así aunque soy licenciado-. ¿Ya vio a la vieja atorranta?
-No - le dije asombrado-. ¿Entró una abuela nueva?
-Sí, una viejita picarona.
Me quedé tomando unos mates con ella y no volví a tocar el tema hasta que entró la enfermera y me dijo:-Gaby, ¿ya viste a la atorranta?-No -le respondí.-Tenés que verla. Se llama Ana.
Lo primero que me llamó la atención fue que utilizara, para referirse a ella, el mismo término que había usado la cocinera:
atorranta. Pero lo cierto es que habían conseguido despertar mi interés por conocerla. De modo que hice mi recorrida habitual por el geriátrico y dejé para el final la visita a la habitación en la que estaba Ana.
En esa hora yo me había estado preguntando de dónde vendría el mote de vieja atorranta. Supuse que, seguramente, debía ser una mujer que cuando joven habría trabajado en un cabaret, o que tendría alguna historia picaresca. Pero no era así. Cuando entré en su habitación me encontré con una abuela que estaba muy deprimida y que casi no podía hablar a causa de la tristeza. Su imagen no podía estar más lejos de la de una vieja atorranta. Me acerqué a ella, me presenté y le pregunté: -Abuela, ¿qué le pasa? Pero ella no quiso hablar demasiado; apenas si me respondió algunas preguntas por una cuestión de educación. Pero un analista sabe que esto puede ser así, que a veces es necesario tiempo para establecer el vínculo que el paciente necesita para poder hablar. Y me dispuse a darle ese tiempo.
De modo que la visitaba cada vez que iba y me quedaba en silencio a su lado. A veces le canturreaba algún tango. Y, allá como a la séptima u octava de mis visitas la abuela habló: -Doctor, yo le voy a contar mi historia. Y me contó que ella se había casado, como se acostumbraba en su época, siendo muy jovencita, a los 16 años con un hombre que le llevaba cinco. Yo la escuchaba con profunda atención. -¿Sabe? -me miró como avisándome que iba a hacerme una confesión-, yo me casé con el único hombre que quise en mi vida, con el único hombre que deseé en mi vida, con el único hombre que me tocó en mi vida y es el hombre al
que amo y con el que quiero estar. Me contó que su esposo estaba vivo, que ella tenía ochenta y seis años y él noventa y uno y que, como estaban muy grandes, a la familia le pareció que era un riesgo que estuvieran solos y entonces decidieron internarlos en un geriátrico. Pero como no encontraron cupo en un hogar mixto, la internaron a ella en el que yo trabajaba, y a él en otro. Ella en
provincia y él en Capital. Es decir que, después de setenta años
de estar juntos los habían separado. Lo que no habían podido hacer ni los celos, ni la infidelidad, ni la violencia, lo había hecho la
familia. Y ese viejito, con sus noventa y un años, todos los días se
hacía llevar por un pariente, un amigo o un remisse en el horario de visita, para ver a su mujer. Yo los veía agarraditos de la mano, en la sala de estar o en el jardín, mientras él le acariciaba la cabeza y la miraba. Y cuando se tenían que separar, la escena era desgarradora.
¿Y de dónde venía el apodo de vieja atorranta? Venía del hecho de que, como el esposo iba todos los días a verla, ella le había pedido autorización a las autoridades del geriátrico para ver si, al menos una o dos veces por semana, los dejaban dormir la siesta juntos. Y entonces, ellos dijeron: -Ah, bueno... mirá vos la vieja atorranta.
Cuando la abuela me contó esto, estaba muy angustiada y un poco
avergonzada. Pero lo que más me conmovió fue cuando me dijo, agachando la cabeza:-Doctor, ¿qué vamos a hacer de malo a esta edad? Yo lo único que quiero es volver a poner la cabeza en el hombro de mi viejito y que me acaricie el pelo y la espalda, como hizo siempre. ¿Qué miedo tienen? Si ya no podemos hacer nada de malo. Conteniendo la emoción, le apreté la mano y le pedí que me mirara. Y entonces le dije:-Ana, lo que usted quiere es hacer el amor con su esposo. Y no me venga con eso de que ¿qué van a hacer de malo? Porque es maravilloso que usted, setenta años después, siga teniendo las mismas ganas de besar a ese hombre, de tocarlo, de acostarse con él y que él también la desee a usted de esa manera. Y esas caricias, y su cara sobre la piel de sus hombros, es el modo que encontraron de seguir haciéndolo a
esta edad. Pero déjeme decirle algo, Ana: ése es su derecho, hágalo valer. Pida, insista, moleste hasta conseguirlo. Y la abuela molestó.
Recuerdo que el director del geriátrico me llamó a su oficina para
preguntarme: -¿Qué le dijiste a la vieja?-Nada- le dije haciéndome el desentendido- ¿Por qué?
La cuestión fue que con la asistente social del hogar en el que estaba su esposo, nos propusimos encontrar un geriátrico mixto para que estuvieran juntos. Corríamos contra reloj y lo sabíamos. Tardamos cuatro meses en encontrar uno. Sé que, dicho así, parece poco tiempo. Pero cuatro meses cuando alguien tiene más de noventa años, podía ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Además ella estaba cada vez más deprimida y yo tenía mucho miedo de que no llegara. Pero llegó. Y el día en el que se iba de nuestro geriátrico fui muy temprano para saludarla, y e cuanto llegué, la cocinera me salió al cruce y me dijo: -No sabés. Desde las seis de la mañana que la vieja está con la valija lista al lado de la puerta. -Yo me reí. Entonces fui a verla y le dije: -Anita, se me va. Y ella me miró emocionada y me respondió: -Sí doctor... Me vuelvo a vivir con mi viejito. -Y se echó en mis brazos llorando.-Ana- le dije- Nunca me voy a olvidar de usted. Y como habrán visto, no le mentí.
Jamás me olvidé de ella, porque aprendí a quererla y respetarla por su lucha, por la valentía con la que defendió su deseo y porque gracias a esa vieja atorranta, pude comprobar que todo lo que había estudiado y en lo que creía, era cierto: que se puede pelear por lo que se quiere aunque se deje la vida en el intento. Y además, porque la abuela me dejó la sensación de que, a pesar de todas las dificultades, cuando alguien quiere sanamente y sus sentimientos son nobles, puede ser que enamorarse sea realmente algo maravilloso y que el amor y el deseo puedan caminar juntos para siempre.
Dejemos el prejuicio y la crítica...seamos tolerantes


( del libro "Encuentros" de Gabriel Rolón)

lunes, 14 de enero de 2019

¿Placer o Felicidad?


Liberación (Vanessa Ferrer Matos)

Perdónate a ti mismo por repetir un patrón, perdónate a ti mismo por haber elegido constantemente el desamor, perdónate por haber elegido taparte los ojos y no mirar lo que era evidente, por una y otra vez engañarte, por permanecer en un lugar de dolor.

Hemos crecido buscando el reconocimiento fuera, el amor fuera, hemos crecido sin reconocer nuestro propio valor, es lógico que lo persigamos, es lógico que insistamos y nos perdamos tratando de alcanzarlo, como si la salvación estuviese en la obtención de alguien o de algo, como si estuviera en la concreción de aquello que alguna vez idealizamos. Los ideales no son reales, los ideales tienen que caer.

Y luchamos, nos ofuscamos y mendigamos amor, mendigamos atención como si de ello se tratara la vida, nos hemos conformado con tan poco... Y el exterior implacable y sincero nos refleja como un témpano de hielo la realidad cruda, no puede contribuir a nuestro engaño, no puede permitir que sigamos cómodos en un lugar que restringe la expresión de nuestra mejor versión. Y lo real, lo verdaderamente real es que el poder siempre ha estado en nuestras manos, siempre hemos sido nuestra propia autoridad, observemos el patrón y movámonos de lugar. Siempre hemos sido libres, siempre hemos podido elegir amar el lugar exacto donde estamos y crear una nueva realidad, dándonos todo el amor del mundo, entregándonos todo el amor que hemos buscado, la capacidad de amarnos siempre ha sido uno de nuestros dones más preciados, amarnos siempre ha sido nuestra hermosa y gran libertad.

-Liberación.

Vanessa Ferrer Matos