Elijo fluidez y delicadeza, elijo disfrutar de cada paso, elijo asumir mi responsabilidad, elijo límites puestos con amor y coherencia para reconocerme, para abrir aún más mi corazón. Elijo a personas que puedan acompañarme en mis momentos expansivos y en mis momentos lúgubres, que estén dispuestos realmente a conocerme y no alimentar una imagen de lo que se supone que debo suplir, que se encuentren dispuestos a aprender a respetar mis procesos, cuando me caigo y me levanto, cuando me pierdo y me encuentro, que puedan amar y percibir belleza en mis imperfecciones, que no elijan cambiarme, que no elijan que sea diferente a lo que soy ahora, a lo que estoy siendo ahora.
Elijo a personas que quieran que caminemos juntos en este proceso de reconocernos, en este proceso de expandir nuestras consciencias, de aprender a ser fieles a nosotros mismos, y armemos un vínculo afianzado en la humildad, con el corazón abierto, de alma a alma, apostando una y otra vez por el amor, por evolucionar.
Elijo a personas que me elijan en sus vidas por todo lo que soy, a personas que verdaderamente quieran estar, porque el que está eligiendo no caminar conmigo es porque no le corresponde, es porque ya culminó nuestro transitar. Desde este lugar interno de poder, elijo entonces soltar y no ir más en contra corriente, elijo confiar y abrirme a lo nuevo, abrirme a la vida en su totalidad porque elijo ser amada/o, elijo el amor, elijo amar.
Vanessa FMatos
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