¿Sabes que hay más de cinco? Esto hace posible que aprendamos, juguemos, socialicemos y, en general, funcionemos en el mundo.
Mucha gente conoce nuestros cinco sentidos... vista... oído... olfato... gusto... y tacto.
Cada uno de estos sentidos nos trae información importante.
Por ejemplo, el tacto nos ayuda a conocer la diferencia entre la sensación de una mariposa aterrizando en el brazo.... y la sensación de un amigo que nos golpea ligeramente en el hombro.
También hay dos otros sentidos que son muy importantes... Uno es nuestro sentido del equilibrio y del movimiento, que proviene de nuestro sistema vestibular.
Este sentido nos ayuda a mover nuestro cuerpo sin caernos; así podemos llevar a cabo actividades como caminar, andar en bicicleta o incluso sentarnos correctamente en un escritorio.
Es también el sentido que nos permite saber que estamos moviéndonos muy rápidamente en una montaña rusa, incluso si nuestros ojos están cerrados.
También recibimos información importante del sentido de la posición de nuestro cuerpo o propiocepción. Este sentido nos proporciona información sobre la posición de las partes del cuerpo sin tener que mirarlas.
Nos ayuda a realizar actividades como subir escaleras sin tener que mirar hacia abajo a nuestros pies. Este sentido también nos dice cuánta fuerza utilizar al hacer cosas como tomar y cascar un huevo.
Reunir la información de todos estos sentidos hace posible que participemos en las actividades cotidianas.
Al integrar o combinar toda sentidos, podemos ‘percibir’ el mundo que nos rodea y desplazarnos e interactuar con éxito en nuestro mundo. La mayoría de las tareas implican varios de nuestros sentidos trabajando juntos.
Por ejemplo, cuando juega béisbol, necesita su sentido de la posición del cuerpo para saber cómo está de pie y la posición de los brazos sujetando el bate. Necesita su sentido del tacto para agarrar y mover el bate correctamente en las manos. Su sentido de la vista le permite seguir la pelota con los ojos y ayuda a su cuerpo saber cuando se prepara para batear. Y su sentido del equilibrio y del movimiento le ayuda a permanecer erguido, pegarle a la pelota y correr las bases. Todos necesitamos integrar nuestros sentidos para participar en las actividades cotidianas.
Cuando las actividades cotidianas se vuelven frustrantes para un niño, puede deberse a que está teniendo problemas para organizar y utilizar la información de sus sentidos. Problemas de integración sensorial pueden aparecer de muchas maneras diferentes. Su hijo puede parecer demasiado reactivo, o no suficientemente reactivo, a los diferentes tipos de experiencias sensoriales como texturas, sonido o movimiento.
O, un niño puede parecer torpe o desorganizado, o tener dificultades para el aprendizaje de nuevas habilidades motoras.
Cada niño es único, tanto en sus capacidades como en sus posibles áreas de preocupación. La buena noticia es que hay ayuda para niños con desafíos sensoriales y motores.
A través de la terapia ocupacional, utilizando un enfoque de integración sensorial, un niño puede mejorar su capacidad de utilizar la información sensorial mientras participa en varias divertidas actividades motoras y sensoriales. La terapia ocupacional que utiliza este enfoque a menudo se lleva a cabo en un gran gimnasio que tiene muchas oportunidades divertidas para que los niños experimenten movimiento y utilicen sus sentidos para jugar, aprender y desarrollarse. La terapia ayuda a los niños a ser simplemente niños, jugar con amigos y disfrutar de sus jóvenes vidas.
Si cree que su hijo puede tener problemas relacionados con la integración sensorial, pregunte a su médico a fin de que lo remita a un terapeuta ocupacional para una evaluación. Y no espere.
Cuanto antes comience, mejor para su hijo.
Fuente: Pathways.org
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