viernes, 28 de abril de 2017

SER QUIEN SOMOS “EL CABALLERO SIR GALAHAD” (CUENTO)

Esta historia nos lleva a la época del Rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda, tiempo de hechicería y castillos de puentes levadizos, tiempo de intrigas y batallas heroicas, tiempo de dragones mágicos que arrojan fuego por la boca y de paladines de honor y valor ilimitados.
El rey Arturo había enfermado. En tan solo dos semanas su debilidad lo había postrado en su cama y ya casi no comía. Todos los médicos de la corte fueron llamados para curar al monarca pero nadie había podido diagnosticar su mal. Pese a todos los cuidados, el buen rey empeoraba.
Una mañana, mientras los sirvientes aireaban la habitación donde el rey yacía dormido, uno de ellos le dijo a otro con tristeza:
—Morirá…
En el cuarto estaba Sir Galahad, el más heroico y apuesto de los caballeros de la mesa redonda y el compañero de las grandes lides de Arturo.
Galahad escuchó el comentario del sirviente y se puso de pie como un rayo, tomó al sirviente de las ropas y le gritó:
—Jamás vuelvas a repetir esa palabra, ¿entiendes? El rey vivirá, el rey se recuperará…. Solo necesitamos encontrar al médico que conozca su mal, ¿oíste?
El sirviente, temblando, se animó a contestar:
—Lo que pasa, Sir, es que Arturo no está enfermo, está embrujado.
Eran épocas donde la magia era tan lógica y natural como la ley de gravedad.
—¿Por qué dices eso, maldición! —preguntó Galahad.
—Tengo muchos años, mi señor, y he visto decenas de hombres y mujeres en esta situación, solamente uno de ellos ha sobrevivido.
—Eso quiere decir que existe una posibilidad… Dime cómo lo hizo ése, el que escapó de la muerte.
—Se trata de conseguir un brujo más poderoso que el que realizó el conjuro; si eso no se hace, el hechizado muere.
—Debe haber en el reino un hechicero poderoso —dijo Galahad—, pero si no está en el reino lo iré a buscar del otro lado del mar y lo traeré.
—Que yo sepa hay solamente dos personas tan poderosas como para curar a Arturo, Sir Galahad; uno es Merlín, que aún en el caso de que se enterara tardaría dos semanas en venir y no creo que nuestro rey pueda soportar tanto.
—¿Y la otra?
El viejo sirviente bajó la cabeza moviéndola de un lado a otro negativamente.
—La otra es la bruja de la montaña… Pero aun cuando alguien fuera suficientemente valiente para ir a buscarla, lo cual dudo, ella jamás vendría a curar al rey que la expulsó del palacio hace tantos años.
La fama de la bruja era realmente siniestra. Se sabía que era capaz de transformar en su esclavo al más bravo guerrero con solo mirarlo a los ojos; se decía que con solo tocarla se le helaba a uno la sangre en las venas; se contaba que hervía a la gente en aceite para comerse su corazón.
Pero Arturo era el mejor amigo que Galahad tenía en su vida, había batallado a su lado cientos de veces, había escuchado sus penas más banales y las más profundas. No había riesgo que él no corriera por salvar a su soberano, a su amigo y a la mejor persona que había conocido.
Galahad calzó su armadura y montando su caballo se dirigió a la montaña Negra donde estaba la cueva de la bruja.
Apenas cruzó el río, notó que el cielo empezaba a oscurecerse. Nubes opacas y densas perecían ancladas al pie de la montaña. Al llegar a la cueva, la noche parecía haber caído en pleno día.
Galahad desmontó y caminó hacia el agujero en la piedra. Verdaderamente, el frío sobrenatural que salía de la gruta y el olor fétido que emanaba del interior lo obligaron a replantear su empresa, pero el caballero resistió y siguió avanzando por el piso encharcado y el lúgubre túnel. De vez en cuando, el aleteo de un murciélago lo llevaba a cubrirse instintivamente la cara.
A quince minutos de marcha, el túnel se abría en una enorme caverna impregnada de un olor acre y de una luz amarillenta generada por cientos de velas encendidas. En el centro, revolviendo una olla humeante, estaba la bruja.
Era una típica bruja de cuento, tal y como se la había descripto su abuela en aquellas historias de terror que le contaba en su infancia para dormir y que lo desvelaban fantaseando la lucha contra el mal que emprendería cuando tuviera edad para ser caballero de la corte.
Allí estaba, encorvada, vestida de negro, con las manos alargadas y huesudas terminadas en larguísimas uñas que parecían garras, los ojos pequeños, la nariz ganchuda, el mentón prominente y la actitud que encarnaba el espanto.
Apenas Galahad entró, sin siquiera mirarlo la bruja le gritó:
—¡Vete antes de que te convierta en un sapo o en algo peor!
—Es que he venido a buscarte —dijo Galahad—, necesito ayuda para mi amigo que está muy enfermo.
—Je… je… je… —rió la bruja—. El rey está embrujado y a pesar de que no he sido yo quien ha hecho el conjuro, nada hay que puedas hacer para evitar su muerte.
—Pero tú… tú eres más poderosa que quien hizo el conjuro. Tú podrías salvarlo —argumentó Galahad.
—¿Por qué haría yo tal cosa? —preguntó la bruja recordando con resentimiento el desprecio del rey.
—Por lo que pidas —dijo Galahad—, me ocuparé personalmente de que se te pague el precio que exijas.
La bruja miró al caballero. Era ciertamente extraño tener a semejante personaje en su cueva pidiéndole ayuda. Aun a la luz de las velas Galahad era increíblemente apuesto, lo cual sumado a su porte lo convertía en una imagen de la gallardía y la belleza.
La bruja lo miró de reojo y anunció:
—El precio es este: si curo al rey y solamente si lo curo….
—Lo que pidas… —dijo Galahad.
—¡Quiero que te cases conmigo!
Galahad se estremeció. No concebía pasar el resto de sus días conviviendo con la bruja, y sin embargo, era la vida de Arturo. Cuántas veces su amigo había salvado la suya durante una batalla. Le debía no una, sino cien vidas… Además, el reino necesitaba de Arturo.
—Sea —dijo el caballero—, si curas a Arturo te desposaré, te doy mi palabra. Pero por favor, apúrate, temo llegar al castillo y que sea tarde para salvarlo.
En silencio, la bruja tomó una maleta, puso unos cuantos polvos y brebajes en su interior, recogió una bolsa de cuero llena de extraños ingredientes y se dirigió al exterior, seguida por Galahad.
Al llegar afuera, Sir Galahad trajo su caballo y con el cuidado con que se trata a una reina ayudó a la bruja a montar en la grupa. Montó a su vez y empezó a galopar hacia el castillo real.
Una vez en el castillo, gritó al guardia para que bajara el puente, y éste con reticencia lo hizo.
Franqueado por la gente de aquella fotrtaleza que murmuraba sin poder creer lo que veía o se apartaba para no cruzar su mirada con la horrible mujer, Galahad llegó a la puerta de acceso a las habitaciones reales.
Con la mano impidió que la bruja se bajara por sus propios medios y se apuró a darle el brazo para ayudarla. Ella se sorprendió y lo miró casi con sarcasmo.
—Si es que vas a ser mi esposa —le dijo— es bueno que seas tratada como tal.
Apoyada en el brazo de él, la bruja entró en la recámara real. El rey había empeorado desde la partida de Galahad; ya no despertaba ni se alimentaba.
Galahad mandó a todos a abandonar la habitación. El médico personal del rey pidió permanecer y Galahad consintió.
La bruja se acercó al cuerpo de Arturo, lo olió, dijo algunas palabras extrañas y luego preparó un brebaje de un desagradable color verde que mezcló con un junco. Cuando intentó darle a beber el líquido al enfermo, el médico le tomó la mano con dureza.
—No —dijo—. Yo soy el médico y no confío en brujerías. Fuera de…
Y seguramente habría continuado diciendo “…de este castillo”, pero no llegó a hacerlo; Galahad estaba a su lado con la espada cerca del cuello del médico y la mirada furiosa.
—No toques a esta mujer —dijo Galahad—; y el que se va eres tú… ¡Ahora! —gritó.
El médico huyó asustado. La bruja acercó la botella a los labios del rey y dejó caer el contenido en su boca.
—¿Y ahora? —preguntó Galahad.
—Ahora hay que esperar —dijo la bruja.
Ya en la noche, Galahad se quitó la capa y armó con ella un pequeño lecho a los pies de la cama del rey. Él se quedaría en la puerta de acceso cuidando de ambos.
A la mañana siguiente, por primera vez en muchos días, el rey despertó.
—¡Comida! —gritó— Quiero comer…Tengo mucha hambre.
—Buenos días majestad —saludó Galahad con una sonrisa, mientras hacía sonar la campanilla para llamar a la servidumbre.
—Mi querido amigo —dijo el rey—, siento tanta hambre como si no hubiese comido en semanas.
—No comiste en semanas —le confirmó Galahad.
En eso, a los pies de su cama apareció la imagen de la bruja mirándolo con una mueca que seguramente reemplazaba en ese rostro a la sonrisa. Arturo creyó que era una alucinación. Cerró los ojos y se los refregó hasta comprobar que, en efecto, la bruja estaba allí, en su propio cuarto.
—Te he dicho cientos de veces que no quería verte cerca de palacio. ¡Fuera de aquí! —ordenó el rey.
—Perdón majestad —dijo Galahad—, debes saber que si la echas me estás echando también a mí. Es tu privilegio echarnos a ambos, pero si se va ella me voy yo.
—¿Te has vuelto loco? —preguntó Arturo— ¿Adónde irías tú con este monstruo infame?
—Cuidado alteza, estás hablando de mi futura esposa.
—¿Qué? ¿Tu futura esposa? Yo he querido presentarte a las jóvenes casaderas de las mejores familias del reino, a las princesas más codiciadas de la región, a las mujeres más hermosas del mundo, y las has rechazado a todas. ¿Cómo vas ahora a casarte con ella?
La bruja se arregló burlonamente el pelo y dijo:
—Es el precio que ha pagado para que yo te cure.
—¡No! —gritó el rey— Me opongo. No permitiré esta locura. Prefiero morir.
—Está hecho, majestad —dijo Galahad.
—Te prohibo que te cases con ella —ordenó Arturo.
—Majestad —contestó Galahad—, existe solo una cosa en el mundo más importante para mí que una orden tuya, y es mi palabra. Yo hice un juramento y me propongo cumplirlo. Si tú te murieses mañana, habría dos eventos en un mismo día.
El rey comprendió que no podía hacer nada para proteger a su amigo de su juramento.
—Nunca podré pagar tu sacrificio por mí, Galahad, eres más noble aún de lo que siempre supe. —El rey se acercó a Galahad y lo abrazó—. Dime aunque sea qué puedo hacer por ti.
A la mañana siguiente, a pedido del caballero, en la capilla del palacio el sacerdote casó a la pareja con la única presencia de su majestad el rey. Al final de la ceremonia, Arturo entregó a Sir Galahad su bendición y un pergamino en el que cedía a la pareja los terrenos del otro lado del río y la cabaña en lo alto del monte.
Cuando salieron de la capilla, la plaza central estaba inusualmente desierta; nadie quería festejar ni asistir a esa boda; los corrillos del pueblo hablaban de brujerías, de hechizos trasladados, de locura y de posesión…
Galahad condujo el carruaje por los ahora desiertos caminos en dirección al río y de allí por el camino alto hacia el monte.
Al llegar, bajó presuroso y tomando a su esposa amorosamente por la cintura la ayudó a bajar del carro. Le dijo que guardaría los caballos y la invitó a pasar a su nueva casa.
Galahad se demoró un poco más porque prefirió contemplar la puesta del sol hasta que la línea roja terminó de desaparecer en el horizonte. Recién entonces Sir Galahad tomó aire y entró.
El fuego del hogar estaba encendido y, frente a él, una figura desconocida estaba de pie, de espaldas a la puerta. Era la silueta de una mujer vestida en gasas blancas semitransparentes que dejaban adivinar las curvas de un cuerpo cuidado y atractivo.
Galahad miró a su alrededor buscando a la mujer que había entrado unos minutos antes, pero no la vio.
—¿Dónde está mi esposa? —preguntó.
La mujer giró y Galahad sintió su corazón casi salírsele del pecho. Era la más hermosa mujer que había visto jamás. Alta, de tez blanca, ojos claros, largos cabellos rubios y un rostro sensual y tierno a la vez. El caballero pensó que se habría enamorado de aquella mujer en otras circunstancias.
—¿Donde está mi esposa? —repitió, ahora un poco más enérgico.
La mujer se acercó un poco y en un susurro le dijo:
—Tu esposa, querido Galahad, soy yo.
—No me engañas, yo sé con quién me casé —dijo Galahad— y no se parece a ti en lo más mínimo.
—Has sido tan amable conmigo, querido Galahad, has sido cuidadoso y gentil conmigo aun cuando sentías que aborrecías mi aspecto, me has defendido y respetado tanto como nadie lo hizo nunca, que te creo merecedor de esta sorpresa… La mitad del tiempo que estemos juntos tendré este aspecto que ves, y la otra mitad del tiempo, el aspecto con el que me conociste… —la mujer hizo una pausa y cruzó su mirada con la de Sir Galahad—. Y como eres mi esposo, mi amado y maravilloso esposo, es tu privilegio tomar esta decisión: ¿Qué prefieres, esposo mío? ¿Quieres que sea ésta de día y la otra de noche o la otra de día y ésta de noche?
Dentro del caballero el tiempo se detuvo. Este regalo del cielo era más de lo que nunca había soñado. Él se había resignado a su destino por amor a su amigo Arturo y allí estaba ahora pudiendo elegir su futura vida. ¿Debía pedirle a su esposa que fuera la hermosa de día para pasearse ufanamente por el pueblo siendo la envidia de todos y padecer en silencio y soledad la angustia de sus noches con la bruja? ¿O más bien debía tolerar las burlas y desprecios de todos los que lo vieran del brazo con la bruja y consolarse sabiendo que cuando anocheciera tendría para él solo el placer celestial de la companía de esta hermosa mujer de la cual ya se había enamorado?
Sir Galahad, el noble Sir Galahad, pensó y pensó y pensó, hasta que levantó la cabeza y habló:
—Ya que eres mi esposa, mi amada y elegida esposa, te pido que seas… la que tú quieras ser en cada momento de cada día de nuestra vida juntos…
Cuenta la leyenda que cuando ella escuchó esto y se dio cuenta de que podía elegir por sí misma ser quien ella quisiera, decidió ser todo el tiempo la más hermosa de las mujeres.
Cuentan que desde entonces, cada vez que nos encontramos con alguien que, con el corazón entre las manos, nos autoriza a ser quienes somos, invariablemente nos transformamos.
Jorge Bucay

martes, 18 de abril de 2017

¿Estoy dispuesto a ser feliz ocurra lo que ocurra? - Sergi torres.

Lectura de Registros Akáshicos en Córdoba

Lectura de Registros Akáshicos (Libro de Tu Alma) 
13 y 14 de Mayo en Río Ceballos, Córdoba (Argentina) 

Algunos le llaman Memoria del Universo. Otros, Libro de la Vida.

¿Qué es y para qué sirve?

Akáshico, en sánscrito, está compuesto de Akasha, sustancia energética de la cual emana toda vida (espacio cósmico, vehículo de luz), y Registro (o Archivos) ya que el objetivo es grabar y registrar todas las experiencias de la vida.
Entonces, cuando realizamos una Lectura de Registros Akáshicos, estamos atrayendo nuestro pasado y nuestro futuro al momento presente.
Accediendo a los Registros Akáshicos podemos identificar, liberar y nutrir todo aquello que hemos creado… Y es así como comenzamos a crear nuestro propio presente.
Entre otra mucha información, nos ayuda a descubrir la verdadera razón por la cual estamos encarnados aquí y ahora, las oportunidades para crecer, qué dirección tomar.
También nos ayuda a manifestar nuestro verdadero potencial.

¿Cómo sé si lo necesito?

Cualquier persona puede someterse a una Lectura de Registros Akáshicos, pero especialmente es útil para ti si…
– Te encuentras en una “crisis de vida” y necesitas una orientación.
– Quieres conocer tu propósito de vida 
– Repites conflictos y quieres conocer cuándo y cómo se originaron (y lo más importante: cómo solucionarlo).
– Estás en una crisis espiritual y quieres conectarte a los maestros ascendidos para pedir consejo.
Y en definitiva, si vives en desequilibrio y te gustaría tener una mayor armonía para vivir mejor y lograr todo lo que deseas.

La sesión de lectura tiene una duración de una hora a una hora y media aproximadamente
Se recomienda traer preparadas 5 preguntas (aunque no es imprescindible)
Se puede grabar la sesión (y se recomienda) para poder aprovechar mejor toda la información

Sesión a cargo de:
Nazareno A. Hernández 
Facilitador de procesos de cambio
Terapeuta Gestáltico y Transpersonal 
Lector de Registros akáshicos y campo cuántico
Diksha Giver


Consultas y Reservas de turnos: terapiamayeutica@gmail.com



lunes, 17 de abril de 2017

Taller de Creación Consciente en Córdoba

Taller Vivencial de Creación Consciente
ANIMATE A CREAR LA VIDA QUE QUIERES
¿Por qué aunque deseamos algo profundamente no se hace realidad?
¿Que bloqueos impiden su realización? ¿Que creencias nos limitan?

Nuestra mente subconsciente no distingue la diferencia entre lo real y nuestra imaginación. Constantemente estamos creando nuestra realidad aún sin saber muy bien como es que sucede. 

Cada nuevo día, cada instante, tenemos la oportunidad de CREAR la realidad que queremos, aunque al desconocer el modo -y por ende no usar conscientemente este potencial- seguimos creando sin saberlo, una y otra vez la misma realidad, aún cuando no sea de nuestro agrado.

Conocer como funcionamos es fundamental para poder asumir nuestra capacidad creadora, tomando el timón y decidiendo conscientemente lo que queremos para nuestra vida.

¿Que realidad te propones experimentar realmente? 
¿Cuál es la realidad que quieres ver manifestada en tu vida?


En este taller vivencial trabajaremos la Creación Consciente de nuestros sueños, y en descubrir lo que pueda estar impidiendo que se manifiesten en nuestra realidad

Si a partir de conocerlo, asumes tu capacidad y te dispones a crearlo, LO VERAS MANIFESTADO :)

Trae tus sueños dibujados o en recortes que los representen para armar tu propio colage, una cartulina, pegamento, aromas que te gusten, fibrones o lápices de colores y toda tu creatividad!

Te espero para JUGAR el Juego de la Creación Consciente

Lugar: Río Ceballos, Córdoba (ARG.)


• Reservar con anticipación, cupos reducidos
• Tienes la opcion de Participar en el grupo de la mañana o en el de la tarde
• La duración del taller puede variar dependiendo de La dinámica grupal
• Costo accesible. Consultar Promoción por grupo de 3 personas
• Al inscribirte se envía la dirección exacta y los elementos que tienes que llevar para el taller

Coordina: 
Nazareno A. Hernández / Facilitador de procesos de cambio
Terapeuta Gestáltico y Transpersonal. 
Lectura de Registros Akáshicos. Diksha Giver

Informes e Inscripción: 
Móvil: (54-9) 11 21759733 Whatsapp
Mail: terapiamayeutica@gmail.com



Muchas gracias 
Bienvenid@s :)
Nazareno 

https://www.facebook.com/nazarenohernandez.terapeuta




"Descodificaciones en Vivo" - Daniel Gambartte - 2014 - parte 01

Entendiendo las programaciones de nuestro subconsciente



domingo, 16 de abril de 2017

Cómo abandonar aquel lugar estrecho y transformar tu vida

Si bien la representación de Egipto en este articulo que transcribo hace alusión a lo que representa en la festividad Judía de Pesaj, me pareció importante rescatar este relato para aplicarlo en nuestras vidas, mas allá de todo concepto religioso.

Nazareno


Este es el articulo:

Escapando de tu Egipto personal

Les Brown, un orador motivacional, cuenta una historia personal de su etapa en la escuela secundaria, cuando un profesor lo llamó para que resolviera un problema en el pizarrón, y Les le dijo que no podía. “Soy retardado”, dijo.
“¿Quién te dijo eso?”, preguntó el profesor.
Les se encogió de hombros y dijo entre dientes: “La escuela. La escuela dijo que soy lento, que soy retardado. No puedo aprender”.
El profesor se acercó a él, lo miró a los ojos y dijo: “Escúchame. Jamás dejes que la opinión de otra persona forme tu propia realidad”.
Ese fue el momento en que Les comenzó a contarse una nueva historia. Podría simplemente haber olvidado lo que le dijo el profesor, pero, en cambio, eligió usar esas palabras para cambiar sus creencias sobre sí mismo y cambiar radicalmente la dirección de su futuro.
El momento en que comenzamos a “contarnos una nueva historia” sobre nuestra vida, es el momento en que nos liberamos de las creencias que nos limitan.
Recuerdo estar en la librería, tarde en la noche, durante mi etapa universitaria, y toparme con esta cita de Helen Keller: “La vida es, o una intrépida aventura, o absolutamente nada”. Hasta ese momento creía que la vida era como una serie de desafíos: Sé un excelente estudiante en la escuela primaria. Gana la elección para el consejo estudiantil. Ingresa en una secundaria prestigiosa.
Luego comenzó la serie siguiente de desafíos. Sobresale en la escuela secundaria. Sé una atleta competitiva. Obtén una excelente calificación en el examen preuniversitario. Haz todas las actividades extracurriculares adecuadas. Sé aceptada en una universidad top.
Luego vuelve a comenzar. Ten un promedio alto de calificaciones. Toma todos los cursos indicados. Conoce a todas las personas correctas. ¿Y luego qué? El ciclo iba a continuar repitiéndose: ingresa a una buena universidad para un magíster. Obtén un buen trabajo. Y prepárate para el próximo paso, y el próximo paso.
Miré hacia arriba, hacia la tenuemente iluminada biblioteca, y observé desde el piso hasta el cielorraso, todo repleto de libros que cubrían las paredes, como pilas de posibilidades infinitas. Pensé en las palabras de Helen Keller y, en ese momento, decidí cambiar mi historia. La vida ya no iba a ser una prueba. Ya no iba a ser un ciclo interminable de cumplir con los objetivos de los demás. Yo iba a vivir mi vida como una aventura. No sabía cómo, pero no importaba. Lo que importaba era que toda mi perspectiva cambió esa noche. Mi historia era ahora una aventura, no una prueba.
Entonces, no pensé dos veces si mudarme a Israel inmediatamente después de la graduación, casarme, estudiar un magíster en un país extraño para mí, tener hijos, viajar, aprender, ascender. Y cuando tuve que volver a mi país —después de 14 años en el exterior— decidimos convertir también ese regreso en un capítulo nuevo y excitante de nuestra propia aventura.
En Pésaj, celebramos la gran transformación de nuestra historia como pueblo. Estábamos varados en un lugar estrecho y sin esperanza (Egipto, en hebreo, Mitzraim, significa también ‘lugar angosto’) y Dios nos sacó y expandió nuestras ideas de lo que era posible en nuestro futuro. Dejamos atrás la esclavitud y comenzamos un nuevo capítulo como una nación libre. En el desierto, no podíamos quedarnos en un solo lugar, ni físico ni espiritual. Teníamos que avanzar.
¿Cómo?
No camines lento. En vez de eso, ¡corre! Sin dudas. Una vez que te das cuenta que la historia de ayer es demasiado estrecha para definir lo que quieres ser, haz algo hoy que refuerce tu nueva identidad.
Los judíos en Egipto tuvieron que salir tan rápido que su pan no tuvo tiempo para leudar. La matzá que llevaron con ellos simboliza su entusiasmo y velocidad, un fuerte compromiso para comenzar una nueva travesía.
Les Brown lo hizo en ese momento, cuando se levantó y caminó hacia el pizarrón, a pesar de las devastadoras etiquetas de su pasado. Yo lo hice mudándome a Israel a pesar de que eso no era parte del guion que estaba escrito para mi vida. Si hubiese dudado, si lo hubiera postergado para el momento “indicado”, me habría quedado varada en mi vieja historia.
La libertad por la cual continuamos agradeciéndole a Dios hasta el día de hoy, es la capacidad de avanzar sin esperar las condiciones “perfectas”. La capacidad de correr. De crecer. De progresar. De cambiar nuestras historias y de ver nuestras vidas como las intrépidas aventuras que realmente son.
Fuente:http://www.aishlatino.com

sábado, 15 de abril de 2017

El Sentido de la Vida y sus Desafíos - Conferencia de Robert Schwartz


¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Por qué sus desafíos? ¿Te gustaría
conocer tu proyecto de vida y por qué estás en el mundo? ¿Te gustaría
profundizar en el significado oculto y el propósito de los desafíos
particulares que has enfrentado en la vida? ¿Qué se esconde detrás de
nuestras pruebas más duras? ¿Es todo sufrimiento sin sentido?


viernes, 14 de abril de 2017

Para reflexionar

YA NO INTENTES CORREGIRME. MEJOR ÁMAME.

"Por favor, no trates de corregirme. No soy un fracasado. No te he pedido ninguna solución.
Cuando tratas de corregirme, involuntariamente activas sentimientos profundos de indignidad, vergüenza, fracaso, incluso de una duda mortal con respecto a mí mismo. No lo soporto. Siento que debo cambiar para poder complacerte, que debo transformarme sólo para poner fin a tu ansiedad, que debo mejorar para eliminar tu resistencia hacia mi manera de ser. Y sé que no puedo hacer eso, y mucho menos con la urgencia que tienes, de todos modos. Me pones en una situación imposible. Me siento sumamente impotente.
¡Sé que tus intenciones son amorosas! Sé que realmente quieres ayudar. Quieres ser útil. Quieres poner fin al dolor de la gente cada vez que lo ves. Quieres animar, despertar, proteger, educar, inspirar. Realmente crees que eres una persona positiva, compasiva, desinteresada, agradable, buena, amable, pura, espiritual.
Pero quiero que sepas, honestamente, amigo, me siento como un montón de mierda cuando tratas de ‘amarme’ en esa forma tan anticuada. No siento que me estés amando en absoluto. Todo lo contrario. Siento como si estuvieras tratando de aliviar tu propia tensión a través de controlarme. Bajo el disfraz de ser ‘amable’ y ‘útil’ y ‘espiritual’, me siento sofocado, asfixiado, rechazado, humillado y no amado. ¡Me siento abandonado por tu amor! ¿Comprendes? Siento como si en realidad YO no te importara, ¡aunque en la superficie parece que sí te importo! Pero muy en el fondo siento como si estuvieras aferrado a una imagen de cómo debería ser yo. Tu imagen. ¡No la mía!
Aparenta ser tu amor, pero se siente como tu violencia. ¿Me explico?
Sin embargo, tan pronto como dejas de tratar de ‘ayudarme’, ¡te conviertes en la mejor ayuda para mí! ¡Dejo de intentar cambiar para complacerte! Me siento a salvo, respetado, tomado en cuenta, honrado por lo que soy. Soy capaz de recurrir a mi propio poder. Puedo confiar de nuevo en mí, tal y como tú estás confiando en mí. Me puedo relajar profundamente.
Sin tu presión, sin tu exigencia para que me abandone a mí mismo para ser diferente, para sanarme, transformarme, iluminarme, despertar; sin tu exigencia para componerme, ‘mejorarme’, soy capaz de verme con más claridad. Puedo descubrir mi propia autoridad. Puedo tocar mi poderosa presencia. Me siento lo suficientemente seguro como para permitir y expresar mis verdaderos sentimientos, pensamientos, deseos, para apreciar mis propias percepciones. Ya no me siento sofocado, una víctima, un niño pequeño ante tu experto adulto. El osado adulto en mí despierta. Respiro más profundamente. Siento mis pies bien plantados en la tierra. Una amorosa atención imbuye mi experiencia, incluso lo que se siente incómodo. Mis sentidos se sienten mucho más despiertos. Energías sanadoras emergen desde lo más profundo. Me siento ligero, libre, despojado de tu miedo. Me siento respetado, no avergonzado. Visto, no comparado con ninguna imagen.
¡Me ayudas tanto cuando dejas de tratar de ayudarme, amigo! Yo necesito mis propias respuestas, mi propia verdad, no la tuya. Quiero un amigo, presente y real, no un experto o un salvador.
Y, ¿te has dado cuenta que cuando estás tratando de salvarme, en realidad te estás abandonando a ti mismo? Estás huyendo de tu propio desagrado, de tu propio potencial aun no sentido, para enfocarte en el mío. Yo me convierto en tu mayor distracción. Ya no quiero ser eso para ti, nunca más.
¡Rompamos juntos este ciclo! Dejemos de tratar de corregirnos o salvarnos los unos a los otros. Mejor amémonos mutuamente. Honrémonos los unos a los otros. Respetémonos. Apoyémonos. Tal y como somos. Como realmente, realmente, realmente somos.”
- Jeff Foster

jueves, 13 de abril de 2017

Comunicándonos mejor

La comunicación suele ser una de las mayores dificultades en una relación. Ya sea una relación con una pareja, un amigo, un hijo, nuestros padres… Todos habremos experimentado alguna vez un malentendido, un no sentirse escuchado, un no sentirse comprendido y otros habrán sentido lo mismo con nosotros.
El Dr. Harville Hendrix y su esposa la Dra. Helen Hunt proponen un método de comunicación consciente para evitar esas faltas de comprensión en el libro "Conseguir el amor de su Vida" (Getting the Love you Want), en "Cómo desarrollar una relación Consciente" (incluyo enlace al final) y en otros de sus libros. Le llaman el diálogo Imago. Éste requiere de que ambas partes sepan el proceso y lo apoyen. O sea que se utiliza cuando ambas partes son conscientes y quieren lograr una sanación en unión con el otro.
Al principio no surgirá de un modo natural porque estamos acostumbrados a un modo tan distinto de dialogar. Como todo proceso nuevo requiere práctica. Pero ellos aseguran que a través de su uso se logra una verdadera comunión con la otra persona, pues ambas personas logran comunicarse sin activar sus defensas y así consiguen una comunicación que clarifica, confirma y desarrolla el aprecio, el respeto por el otro y la aceptación de los mundos internos de los demás. El método se compone de tres partes: reflejo, convalidación y empatía.
1.Reflejo- Para lograr este paso debemos poner verdadera atención en lo que la otra persona está diciendo. La mayoría no escuchamos. Cuando deberíamos estar escuchando estamos pensando en lo que vamos a responder a lo que estamos oyendo. O sea que nos escuchamos a nosotros mismos reaccionar.
En este primer paso vamos a escuchar para después repetir en nuestras propias palabras lo que nos ha dicho la persona que habla (una especie de resumen). Así verificamos si hemos comprendido lo que nos dijeron.

Un ejemplo de diálogo de un conflicto:
Emisor: «Creía que teníamos una cita para el viernes por la noche, pero no apareciste ni me llamaste. Eso es algo que detesto. No sé qué pensar. ¿Se te había olvidado? ¿Lo entendí yo mal? Me pone furiosa que me dejen plantada. Me siento abandonada, y no me gusta.».
Respuesta refleja: «Si te ha escuchado con exactitud, creíste que teníamos una cita el viernes y cuando no te llamé ni acudí, te sentiste confusa acerca de nuestros planes y te sentiste abandonada y enfadada».

2.Convalidación- En esta parte del ejercicio el que escucha aprende a afirmar o validar la lógica interna del otro. No necesariamente estará de acuerdo pero aún así puede ponerse en los pies de la otra persona y entender y validar que desde su experiencia se sienta o piense así. Esto es importante porque en muchas personas lo que causa malestar es el sentirse desaprobado, desvalorizado por lo que piensa o siente. Además este ejercicio nos recuerda que no todos somos ni pensamos igual y que eso está bien. Mientras no aprendemos esto no podemos relacionarnos bien con los demás.

Siguiendo el ejemplo del primer paso el convalidador diría: «Bueno, comprendo lo que estás diciendo. Desde tu punto de vista, teníamos una cita y yo no aparecí ni llamé. Comprendo por qué te sentiste confusa y enfadada. Eso tiene sentido».
Es muy diferente a las respuestas tradicionales:
Tono crítico «Siempre te enfadas por pequeñas cosas. Y siempre andas echándome la culpa a mí»A la defensiva, negándolo: «¿Qué quieres decir? No teníamos ninguna cita»
Desde la racionalización y explicación: «Sí, está bien, tuve que trabajar hasta muy tarde, de modo que cuando terminé me marché a casa. De todos modos, no creía que hubiéramos acordado una cita definitiva».
O indicando que la otra persona distorsiona las cosas: «Pues lo entendiste todo mal. No sé cómo se te ocurrió pensar eso (estás loco)».
Todos estos comentarios devalúan la experiencia de la otra persona, y comunican indirectamente que el otro está equivocado. En el diálogo imago se trata de que la otra persona se sienta segura de expresar lo que piensa y siente.

3.Empatía- Con los primeros pasos de escuchar y darle validez a lo que la persona dice se comienza a experimentar la empatía. Pero en esta parte debemos poner atención, por detrás de las palabras que se escuchan, a lo que la otra persona está sintiendo y mostrarle que sentimos que se sienta así.

En ese caso el receptor diría: «Comprendo que te sientas dolida por lo que sucedió».
El receptor logra ver los sentimientos más allá de las palabras y esto hace que el emisor se sienta respetado y escuchado. Para muchos esto es clave para la sanación.

En el diálogo Imago el emisor también tiene que seguir ciertos parámetros para que se pueda mantener el nivel de consciencia en la comunicación y no se activen las defensas del que escucha.

1.Siempre se hablará desde el “Yo”. “ Yo me sentí enfadada” sería adecuado pero decir “ Tú me hiciste sentir…” no lo sería.
2.Se debe evitar la crítica al comportamiento de la otra persona pues esto activaría una reacción e impediría el comunicar lo que se desea. O sea siguiendo el ejemplo anterior el emisor evitaría decir: “Tú siempre estás tarde, eres un irresponsable.”
3.Por último se debe moderar la intensidad de la emoción que se siente para que el otro pueda sentirse suficientemente relajado y receptivo.

Si queremos lograr relaciones conscientes en las que podamos sentirnos seguros y así crear ambientes de verdadera intimidad, sanación y crecimiento tenemos que aprender a comunicarnos de un nuevo modo.

Annete Ruiz


Pueden descargar el libro "Cómo desarrollar una Relación Consciente" de Harville Hendrix en el siguiente enlace (no se puede abrir en celular): http://www.psikologia.com/como%20desarrollar%20una%20relaci

martes, 11 de abril de 2017

Aplicando el poder del Ahora

Cuando su dolor es profundo, toda charla sobre la entrega probablemente parecerá fútil y sin sentido.
Cuando su dolor es profundo, usted probablemente tendrá una fuerte necesidad de escapar de él en lugar de entregarse a él.
Olvide la entrega por un momento.
Usted no quiere sentir lo que siente.
¿Qué puede ser más normal?
Pero no hay escapatoria, no hay modo de salir.
Hay muchos pseudoescapes; el trabajo, la bebida, las drogas, la ira, la proyección, la supresión, etc... pero no lo liberan a usted del dolor.
El sufrimiento no disminuye en intensidad cuando usted lo hace inconsciente.
Cuando usted niega el dolor emocional, todo lo que usted hace o piensa, así como sus relaciones se contaminan con él.
Usted lo emite, por decirlo así, como la energía que emana y los demás lo recogerán subliminalmente.
Si son inconscientes, pueden incluso sentirse empujados a atacarlo o hacerle daño en alguna forma, o usted puede herirlos en una proyección inconsciente de su dolor.
Usted atrae y manifiesta lo que corresponde con su estado interior.
Cuando no hay salida, todavía hay un camino a través del dolor, así que no se aparte de él. Enfréntelo. Siéntalo plenamente.
¡Siéntalo!, no piense en él. Expréselo si es necesario, pero no cree un guión sobre él en su mente.
Déle toda su atención al sentimiento, no a la persona, evento o situación que parece haberlo causado.
No deje que la mente use el dolor para crear una identidad de víctima en usted a partir de él.
Sentir compasión de sí mismo y contarles a los demás su historia lo mantendrá atascado en el sufrimiento.
Puesto que es imposible apartarse del sentimiento, la única posibilidad de cambio es entrar en él; de lo contrario, nada cambiará.
Así que preste toda su atención a lo que siente y absténgase de clasificarlo mentalmente.
Según entra en el sentimiento, esté intensamente alerta.
Al principio, puede parecer un lugar oscuro y aterrador.
Y cuando surja el impulso de alejarse de él, obsérvelo, pero no actúe sobre él. Siga poniendo su atención en el dolor; continúe sintiendo la tristeza, el miedo, el espanto, la soledad, lo que sea.
Permanezca alerta, esté presente, presente con todo su Ser, con cada célula de su cuerpo.
Mientras lo hace, está trayendo una luz a esta oscuridad.
Es la llama de su conciencia.
En esta etapa usted no necesita preocuparse más de la entrega. Ya ha ocurrido.
¿Cómo?
La atención plena es aceptación plena, es entrega
.
Al prestar atención plena, usted usa "El poder del Ahora", que es el poder de su presencia. 
En ella no puede sobrevivir ninguna bolsa de resistencia.
La presencia suprime el tiempo. Sin tiempo, ningún sufrimiento ni negatividad puede sobrevivir.
La aceptación del sufrimiento es un viaje hacia la muerte. Enfrentar el dolor profundo, permitirle ser, llevar su atención a él, es entrar en la muerte conscientemente.
Cuando usted ha sufrido esta muerte, se da cuenta de que no hay muerte y no hay nada que temer. Sólo el ego muere.
Entonces muera al pasado en cada momento y deje que la luz de su presencia brille fuera del ser pesado y atado al tiempo que usted pensaba que era "usted".
Eckhart Tolle

domingo, 9 de abril de 2017

sábado, 8 de abril de 2017

Genealogía: Sindrome del Yacente

EL SÍNDROME DEL YACIENTE
EL GEMELO PERDIDO (Evanescente)


El síndrome del yacente. lo popularizó el Dr. Salomon Sellam, experto en psicosomática clínica, en su libro El síndrome del yacente, un sutil hijo de reemplazo.

La historia de Jesús. (Cuando lo lean hagan las relaciones con su propia vida.) Muchos se identificarán con algo de la historia.


Hace un frío del carajo pero brilla el sol y las estrellas están más cerca.
69 años después Jesús (que no Jesucristo) ha resucitado. Ahora lo explico.


Desde pequeño he tenido una sensación extraña de sentir y hacer, a veces, cosas que no venían a cuento de nada, inexplicables… y que siempre he tenido la necesidad de explicármelas.
Recuerdo ahora cuando hace años fui a un médico “raro” y me habló de que en el vientre de mi madre hubo un gemelo compartiendo líquido amniótico conmigo y que murió a los pocos meses de ser concebido, antes de que mi madre diera a luz (diera luz, curioso). Yo desconocía este hecho por completo pero cuando me lo contó aquel médico me produjo un escalofrío, me removió por dentro. Y pensé: ¿por qué cojones esto me remueve si puede que sea una mentira como una casa? Pregunté después a mi madre pero ella no recordaba nada de eso, ningún gemelo, ningún aborto natural, nada. Yo me quedé con la mosca detrás de la oreja…hasta hoy.
Estos últimos meses he seguido ahondando en mi árbol genealógico y un tal Jesús, el segundo hijo y único varón de mis abuelos maternos empezó a llamar mi atención con fuerza. Jesús murió a los 18 meses de meningitis. Él es el segundo hijo, yo también. Y hoy, por fin, (cagon la leche la de vueltas que he tenido que dar) he descubierto que murió el mismo día y mes en el que yo nací, algo que sabía que iba a ser así. Lo supe tras leer sobre el síndrome del yaciente, este explica que los yacientes duermen con las manos cruzadas sobre su pecho como si estuvieran muertos, que en ellos hay una tendencia hacia la tristeza, que les molestan los ruidos y cualquier luz cuando van a dormir, que sus dormitorios son como tumbas (gracias Perro por recordármelo) donde velan por un muerto en SILENCIO, etc… Ese muerto es real. Según esto en todo yacente hay un familiar que ha fallecido antes de que el yacente nazca. Esa muerte ha sido una tragedia y, por lo que sea, no fue aceptada e integrada.
Recuerdo a mi abuela materna (gracias por las pistas que me vas dejando) cuando íbamos mi hermano y yo a comer a tu casa. Nos ponías una rica merienda y te quedabas mirándome, solo a mi, como ida. Yo me sentía incómodo ante esa mirada en la que parecías poner todo tu ser: tus esperanzas, tristezas, sueños, miedos... Yo no sabía de que iba todo eso pero me hacías sentir muy extraño. Era una sensación de carga, de mucha carga. Hoy entiendo que a quien mirabas era a tu hijo muerto. Para tu inconsciente yo era tu Jesús. Recuerdo cómo besabas, con una fuerza desmedida, con un exceso de cariño; de hecho, me hacías daño con tu barbilla huesuda al apretarme contra ti... como si quisieras meterme en tus entrañas por siempre para así protegerme de cualquier mal. Besos que ahogan, “amor” que asfixia, “amor” con protección pero sin permiso para irse.
Es normal aceptar la muerte de, por ejemplo, un abuelo ya mayor. Nos pone tristes pero tarde o temprano termina por integrarse y nos permite seguir con nuestras vidas. Pero la de un hijo a los 18meses!! ¿Cómo administrar semejante drama? ¿Cómo digerirlo, abuela, cuando ni siquiera tenías tiempo para ello? ¿Cómo cuando tus circunstancias no te permitían la tristeza, la rabia, la explicación… cuando tenías que ser fuerte? ¿Cómo se enfrenta a esto una madre sin madre desde pequeña? ¿Cómo se hace el duelo de un hijo cuando uno mismo no puede hacerlo? ¿Cómo descargar emociones tan intensas, cómo aliviar esas emociones que no han podido vivirse plenamente?
Pues dando a luz a otro hijo.
Ese hijo fue mi madre, que nació un día antes que yo. Pero mi madre salió mujer y mi abuela quería un varón pero tenía tanto miedo que prefirió no arriesgarse porque su inconsciente sabía perfectamente qué había pasado, por qué había muerto Jesús.
Después de mi madre vinieron otras 4 hijas. Por cierto, todas se llaman María, menos una, Tomasa, que curiosamente es la única que también sufrió meningitis provocándola alguna secuela en la visión.
Así que la cosa se postergó para la siguiente generación. Mi hermano era sobre todo cosa de mi padre y él, con su propia historia, depósito en él, lo incompleto de él. Y mi madre, claro, depósito en mi a Jesús, entre otras cosas, y para dejármelo claro me trajo al mundo (bueno, el inconsciente del clan familiar) el mismo día que Jesús murió. Así que soy el duelo no completado de Jesús, la emoción no permitida de Jesús, la continuación de un suceso inaceptable e injustificable para una madre, el regalo del clan, el acto de amor con el que equilibrar lo desequilibrado.
Joder, ahora entiendo mejor los fuertes dolores de cabeza con fiebre hasta los 40 que tenía de pequeño, entiendo por qué me siento triste el día de mi cumpleaños y por qué algunos los he pasado solos, como si no pudiera permitirme estar alegre… ¿Cómo voy a estar alegre en un entierro? Si fuera irlandés otro gallo cantaría. Ahora entiendo los trabajos que he elegido…, sueños que he tenido… y tantas cosas… como mi vicio desmedido hacia la bici que tuve unos años. Os lo juro hubo 2 años de mi vida que si me hubieran prohibido montar en bici me hubiera pegado un tiro porque era, no se por qué, mi leitmotiv, o si me la hubieran robado entonces y hubiera pillado al pavo lo hubiera desnucado allí mismo. Curiosamente a Jesús, cuando se ponía malo, lo llevaban en bici al médico, rápido, claro. ¿Y sabéis en qué era bueno yo con la bici? En los sprints, pura velocidad.
Ahora te entiendo, Jesús. Sé que el miedo de tu madre te ahogó. Yo mismo estuve a punto de hacer lo mismo, como cuando casi me ahogo en el mar. Sé que moriste porque había demasiada presión, demasiada carga puesta en ti. Sé parte de la historia de la central eléctrica, la cantidad de pasta que aquello generaba y la cantidad de herederos que empezaban a salir como setas. Sé que querían un varón TREMENDO (como apodaban a tu abuelo materno y quien fundó la central), un varón con las pelotas más grandes del mundo para poner en su sitio a todos, incluida a tu propia madre, que hacía negocios y cuidaba hijos, que se quedó sin madre siendo ella pequeña, que tuvo que aprender sola a ser madre. ¿Cómo un hijo enseña a una madre a ser madre?
Jesús, escucha bien ahora esto que voy a decirte: tu madre no quería que te pasara lo que le pasó a ella, no quería que te quedaras sin madre. Ese era su gran miedo, y, ya ves, se quedó sin hijo. Ese fue el regalo que tu abuela hizo a tu madre a través de ti, el gran acto de amor tuyo, sobre todo tuyo: que tu madre viviera esta experiencia de pérdida para que dejara de echar la culpa a su madre por haberse ido y dejarla sola ante la inmensaidad de la vida.
Abuela: no, la culpa de que muriera tu hijo no fue tuya, la culpa de no haber evitado la muerte de tu hijo por no estar vigilante o no llegar a tiempo no fue tuya. Perdónate y perdonarás a tu madre.
Según el Libro hay nueve etapas en el duelo:
negación
regateo
cólera /tristeza
tristeza/cólera
explicación
comprensión
integración emocional
aceptación, perdón
reinvertir en la vida, retomar


Mi familia anda dando vueltas entre la 1 y la 4. Yo rulo más por la 5 y 6 y ahora empiezo a dar pasitos por las demás. Pero no solo me refiero a la muerte de Jesús sino a todo. Es decir, yo durante muchos años he estado bloqueado en la explicación, en tratar de explicarlo y comprenderlo todo. Leyendo, escribiendo, pensando, yendo a cursos-conferencias a cada cual más rara, haciéndome preguntas que llevan a otras y a otras, la clase de peña con la que me relaciono… encadenado a lo mental sin acabar de pasar al cuerpo. Ni siquiera la cantidad de deporte que he hecho me ayudó a ello. Creo que precisamente el deporte fue la válvula de escape para escapar del mismo cuerpo, es decir, de la emoción allí preinstalada y así no soltarla.
El otro día, tras una serie de movimientos reveladores respecto a mi lateralidad me quedé triste, de pronto. Aquello no tenía que ver con lo de mi historia con la zurdez, por eso estaba feliz, pero la contradicción era que había otra cosa más fuerte merodeando. Bueno, que salga dije… y salió y empecé a encontrar información de Jesús y más y más y todas esas casualidades causales que se producen cuando uno está en el camino.
Así que Jesús, voy a ir a verte al cementerio dentro de poco, te llevaré un regalo, jugaremos y charlaremos y aceptaré que tu cuerpo ya no está aquí y pondremos en sintonía el inconsciente con el consciente porque estoy hasta las pelotas de dormir en un sepulcro. Y que sepas que voy a aprender a bailar salsa.
Jorge


Fuente: Mechi Cartier. Ejercicios desprogramadores


jueves, 6 de abril de 2017

Taller Vivencial de Creación Consciente


"ANIMATE A CREAR LA VIDA QUE QUIERES"

¿Por qué aunque deseamos algo profundamente no se hace realidad?
¿Que bloqueos impiden su realización? ¿Que creencias nos limitan?

Nuestra mente subconsciente no distingue la diferencia entre lo real y nuestra imaginación. Constantemente estamos creando nuestra realidad aún sin saber muy bien como es que sucede. 

Cada nuevo día, cada instante, tenemos la oportunidad de CREAR la realidad que queremos, aunque al desconocer el modo -y por ende no usar conscientemente este potencial- seguimos creando sin saberlo, una y otra vez la misma realidad, aún cuando no sea de nuestro agrado.

Conocer como funcionamos es fundamental para poder asumir nuestra capacidad creadora, tomando el timón y decidiendo conscientemente lo que queremos para nuestra vida.

¿Que realidad te propones experimentar realmente? 
¿Cuál es la realidad que quieres ver manifestada en tu vida?

En este taller vivencial trabajaremos la Creación Consciente de nuestros sueños, y en descubrir lo que pueda estar impidiendo que se manifiesten en nuestra realidad

Si a partir de conocerlo, asumes tu capacidad y te dispones a crearlo, LO VERAS MANIFESTADO :)

Trae tus sueños dibujados o en recortes que los representen para armar tu propio colage, una cartulina, pegamento, aromas que te gusten, fibrones o lápices de colores y toda tu creatividad!

Te espero para JUGAR el Juego de la Creación Consciente

Lugar: Río Ceballos, Córdoba (ARG.)


• Reservar con anticipación, cupos reducidos
• Tienes la opcion de Participar en el grupo de la mañana o en el de la tarde
• La duración del taller puede variar dependiendo de La dinámica grupal
• Costo accesible. Consultar Promoción por grupo de 3 personas
• Al inscribirte se envía la dirección exacta y los elementos que tienes que llevar para el taller

Coordina: 
Nazareno A. Hernández / Facilitador de procesos de cambio
Terapeuta Gestáltico y Transpersonal. 
Lectura de Registros Akáshicos. Diksha Giver

Informes e Inscripción: 
Móvil: (54-9) 11 21759733 Whatsapp
Mail: terapiamayeutica@gmail.com

Muchas gracias 
Bienvenid@s :)

 

Evento Facebook


miércoles, 5 de abril de 2017

Cumunicándonos Conscientemente

La comunicación suele ser una de las mayores dificultades en una relación. Ya sea una relación con una pareja, un amigo, un hijo, nuestros padres… Todos habremos experimentado alguna vez un malentendido, un no sentirse escuchado, un no sentirse comprendido y otros habrán sentido lo mismo con nosotros.
El Dr. Harville Hendrix y su esposa la Dra. Helen Hunt proponen un método de comunicación consciente para evitar esas faltas de comprensión en el libro "Conseguir el amor de su Vida" (Getting the Love you Want), en "Cómo desarrollar una relación Consciente" (incluyo enlace al final) y en otros de sus libros. Le llaman el diálogo Imago. Éste requiere de que ambas partes sepan el proceso y lo apoyen. O sea que se utiliza cuando ambas partes son conscientes y quieren lograr una sanación en unión con el otro.
Al principio no surgirá de un modo natural porque estamos acostumbrados a un modo tan distinto de dialogar. Como todo proceso nuevo requiere práctica. Pero ellos aseguran que a través de su uso se logra una verdadera comunión con la otra persona, pues ambas personas logran comunicarse sin activar sus defensas y así consiguen una comunicación que clarifica, confirma y desarrolla el aprecio, el respeto por el otro y la aceptación de los mundos internos de los demás. El método se compone de tres partes: reflejo, convalidación y empatía.
1.Reflejo- Para lograr este paso debemos poner verdadera atención en lo que la otra persona está diciendo. La mayoría no escuchamos. Cuando deberíamos estar escuchando estamos pensando en lo que vamos a responder a lo que estamos oyendo. O sea que nos escuchamos a nosotros mismos reaccionar.
En este primer paso vamos a escuchar para después repetir en nuestras propias palabras lo que nos ha dicho la persona que habla (una especie de resumen). Así verificamos si hemos comprendido lo que nos dijeron.
Un ejemplo de diálogo de un conflicto:
Emisor: «Creía que teníamos una cita para el viernes por la noche, pero no apareciste ni me llamaste. Eso es algo que detesto. No sé qué pensar. ¿Se te había olvidado? ¿Lo entendí yo mal? Me pone furiosa que me dejen plantada. Me siento abandonada, y no me gusta.».
Respuesta refleja: «Si te ha escuchado con exactitud, creíste que teníamos una cita el viernes y cuando no te llamé ni acudí, te sentiste confusa acerca de nuestros planes y te sentiste abandonada y enfadada».
2.Convalidación- En esta parte del ejercicio el que escucha aprende a afirmar o validar la lógica interna del otro. No necesariamente estará de acuerdo pero aún así puede ponerse en los pies de la otra persona y entender y validar que desde su experiencia se sienta o piense así. Esto es importante porque en muchas personas lo que causa malestar es el sentirse desaprobado, desvalorizado por lo que piensa o siente. Además este ejercicio nos recuerda que no todos somos ni pensamos igual y que eso está bien. Mientras no aprendemos esto no podemos relacionarnos bien con los demás.
Siguiendo el ejemplo del primer paso el convalidador diría: «Bueno, comprendo lo que estás diciendo. Desde tu punto de vista, teníamos una cita y yo no aparecí ni llamé. Comprendo por qué te sentiste confusa y enfadada. Eso tiene sentido».
Es muy diferente a las respuestas tradicionales:
Tono crítico «Siempre te enfadas por pequeñas cosas. Y siempre andas echándome la culpa a mí»
.
A la defensiva, negándolo: «¿Qué quieres decir? No teníamos ninguna cita»
Desde la racionalización y explicación: «Sí, está bien, tuve que trabajar hasta muy tarde, de modo que cuando terminé me marché a casa. De todos modos, no creía que hubiéramos acordado una cita definitiva».
O indicando que la otra persona distorsiona las cosas: «Pues lo entendiste todo mal. No sé cómo se te ocurrió pensar eso (estás loco)».
Todos estos comentarios devalúan la experiencia de la otra persona, y comunican indirectamente que el otro está equivocado. En el diálogo imago se trata de que la otra persona se sienta segura de expresar lo que piensa y siente.
3.Empatía- Con los primeros pasos de escuchar y darle validez a lo que la persona dice se comienza a experimentar la empatía. Pero en esta parte debemos poner atención, por detrás de las palabras que se escuchan, a lo que la otra persona está sintiendo y mostrarle que sentimos que se sienta así.
En ese caso el receptor diría: «Comprendo que te sientas dolida por lo que sucedió».
El receptor logra ver los sentimientos más allá de las palabras y esto hace que el emisor se sienta respetado y escuchado. Para muchos esto es clave para la sanación.
En el diálogo Imago el emisor también tiene que seguir ciertos parámetros para que se pueda mantener el nivel de consciencia en la comunicación y no se activen las defensas del que escucha.
1.Siempre se hablará desde el “Yo”. “ Yo me sentí enfadada” sería adecuado pero decir “ Tú me hiciste sentir…” no lo sería.
2.Se debe evitar la crítica al comportamiento de la otra persona pues esto activaría una reacción e impediría el comunicar lo que se desea. O sea siguiendo el ejemplo anterior el emisor evitaría decir: “Tú siempre estás tarde, eres un irresponsable.”
3.Por último se debe moderar la intensidad de la emoción que se siente para que el otro pueda sentirse suficientemente relajado y receptivo.
Si queremos lograr relaciones conscientes en las que podamos sentirnos seguros y así crear ambientes de verdadera intimidad, sanación y crecimiento tenemos que aprender a comunicarnos de un nuevo modo.
Fuente: Annete Ruiz

Pueden descargar el libro "Cómo desarrollar una Relación Consciente" de Harville Hendrix en el siguiente enlace (no se puede abrir en celular): http://www.psikologia.com/como%20desarrollar%20una%20relaci…
También les comparto una charla que he dado de ¿Cómo atraemos las personas a nuestra vida y qué es la relación consciente?:
http://events.iteleseminar.com/?eventID=94940652